Para encontrar un último episodio de rivalidad entre Saúl El Canelo Álvarez con un argentino hay que remontarse a las polémicas declaraciones que realizó contra Lionel Messi tras el triunfo de la Selección Argentina ante México en la fase de grupos del Mundial de Qatar, en 2022, por las que finalmente terminó pidiendo disculpas. Es que desde que el mexicano se instaló en la élite del boxeo, no ha encontrado oposición a su altura entre los peleadores argentinos de las divisiones en las que se desarrolló.
Sin embargo, en sus inicios como boxeador sí tuvo que medirse a peleadores de la tierra de Carlos Monzón, Chino Maidana y Sergio Maravilla Martínez. En total, fueron cuatro los representantes argentinos a los que hizo frente y en todos los casos salió victorioso, tres veces por nocaut y en una ocasión por decisión unánime de los jueces.
Carlos Jerez, el primero
Carlos Adán Jerez no solo fue el primer rival argentino que tuvo Canelo Álvarez en su carrera, sino además el único al que no logró noquear. El mexicano llevaba poco menos de tres años como profesional, pero ya había acumulado 21 peleas, con 20 victorias y un empate en las tarjetas.
El combate tuvo lugar en el auditorio Benito Juárez de Jalisco, pues el tapatío todavía no había salido nunca a pelear fuera de México, el 2 de agosto de 2008, y estaba en juego el título Fedecentro de peso wélter de la Asociación Mundial de Boxeo.
Jerez venía de perder en abril en un intento por quedarse con el título Sudamericano de peso mediano ante Javier Mamani, en fallo dividido, pero se había recuperado con una victoria en decisión unánime ante Amilcar Melian. Solo un mes después, algo poco habitual en el boxeo, tomó la pele ante Canelo, a la que llegó con récord de 27 victorias, 9 derrotas y 3 empates.
El mexicano ya acumulaba tres combates sin noquear y esperaba hacerlo ante el argentino, pero la experiencia que había acumulado Jerez le sirvió para sobrevivir a las diez rondas que duró la pelea, sin evitar de todos modos salir derrotado con claridad en las tarjetas de los jueces, que lo vieron perder de manera unánime.
Carlos Herrera, un suspiro
El 15 de septiembre de 2009, en Puebla, el camino de Canelo Álvarez se cruzó con el del gitano Carlos Herrera para poner en juego el título mundial juvenil de peso wélter del CMB. El récord del oriundo de San Justo, 21 victorias y solo una derrota, sin empates, podía imponer en la previa cierto respeto, máxime se se analizaba que sus últimos tres rivales no habían logrado finalizar los asaltos pactados.
Pero aquella noche en el Auditorio Siglo XXI, la oportunidad de coronarse peleando por primera vez en el exterior duró un suspiro para Herrera. Los fanáticos argentinos que habían esperado hasta la madrugada para ver en acción a su representante, debieron conformarse con poco más de dos minutos de pelea en los que el tapatío taladró con mano izquierda y definió el pleito con un recto brutal de mano derecha que mandó a Herrera a la lona y obligó al árbitro a dar por finalizado el combate.
Luciano Cuello, otro nivel
En comparación con los dos rivales argentinos que Canelo había enfrentado anteriormente, Luciano Cuello tenía pergaminos que lo ponían a otro nivel. Por su récord de 26 victorias y una única derrota, pero también porque ya se había probado ante otro peleador de élite como Julio César Chávez Jr, ante el que cayó en decisión unánime.
El 10 de julio de 2010, sin embargo, poco pudo hacer ante su nuevo oponente mexicano en la Arena VFG de Guadalajara. Saúl Álvarez dominó desde el inicio y conectó al Principito con golpes dignos de nocaut, que lo llevaron a la lona tanto en el primer asalto como en el segundo.
El boxeador platense se repuso en ambas ocasiones y aprovechó cierto relajo del tapatío para sobrevivir hasta el sexto round. Con el rostro completamente ensangrentado, Cuello ya podía hacer poco más que resistir los embates del Canelo, que terminó poniéndolo de rodillas con un gancho al cuerpo que dio por finalizada la pelea.
Años más tarde, radicado en España, el argentino recordó cuánto le costó recuperarse de aquel combate. “Pega muy duro, pero lo que destaco es la precisión con la que pega. Me costó un tiempo volver al gimnasio. Por la simple razón que me había encontrado con un boxeador superior a mí arriba del ring. Hasta ese momento, nunca me había pasado. Me llevó algunos meses recuperarme de ese combate, y no por dolores o golpes que me lastimaran, sino por la frustración que tuve dentro de mí”, fueron sus palabras.
Carlos Baldomir, el campeón mundial
Solo dos meses después de vencer a Cuello, Canelo Álvarez enfrentó en el Staples Center de Los Angeles a Carlos Baldomir, quien ya había sabido reinar como campeón mundial de la división de peso wélter imponiéndose a grandes nombres como Zab Judah y Arturo Gatti, pero que había probado el talento de Floyd Mayweather y perdido su cinturón.
Lo que no había podido Money fue noquear al Tata, algo que no fue problema para el mexicano. No se trató de un combate de 12 asaltos, porque el título en juego no revestiría para quien lo ganara el status de campeón mundial. “Silver”, lo llamó el Consejo Mundial de Boxeo solo por una cuestión de negocios. Pero ni siquiera con ese rango de campeón secundario pudo quedarse Baldomir, quien se fue noqueado de manera brutal por Canelo en el último segundo del sexto asalto.
