Hace años que la barra de River atraviesa internas feroces. Allá por el año 2006 inició un conflicto que continúa hasta los días de hoy, aunque con distintos protagonistas ya que los nombres cambian, pero la ambición de poder no. La violencia tampoco y eso es lo que sufren los hinchas comunes, principalmente las familias que lo único que quieren ir a disfrutar del equipo de sus amores en la cancha sin estos hechos lamentables.

En el Estadio Monumental se vivió un clima raro en el primer tiempo y no se entendía bien en la cancha qué pasaba. A eso de los quince minutos del primer tiempo dejaron de sonar los bombos y cinco minutos más tarde se vio cómo ingresó en manada un grupo al sector medio de la Sívori Inferior, donde concurren algunos de Los Borrachos del Tablón que no tienen derecho de admisión.

Luego se conocería el motivo de esa situación: la barra oficial tuvo un enfrentamiento con la disidente en las cercanías del estadio -Lugones y Puente Labruna- y allí hubo heridos y detenidos, todos ellos del minúsculo grupo de la barra disidente liderado por Ale de Budge. Tras los incidentes, aquellos barras que no tienen derecho de admisión se hicieron presentes en el Monumental para presenciar el empate 1 a 1 ante el Bicho.

¿Cómo iniciaron los incidentes?

Según informó el periodista especializado en barras, Gustavo Grabia, la barra disidente se había hecho presente en el Monumental el día sábado. Las autoridades del club llamaron a la policía y estos se fueron sin ser identificados por los efectivos. Pero claramente fue una muestra de lo que vendría. El domingo llegaron a la zona de Lugones y Puente Labruna en un colectivo de la línea 28 y lo hicieron con facas y piedras, sabiendo que habría un enfrentamiento con la oficial.

La barra oficial está liderada actualmente por Pato Calvici, el Clon Taborda y el Zapatero Flores y también cuentan con los hermanos Ferraras. Ese grupo se conforma por unas 400 personas y quienes no tienen derecho de admisión son quienes ingresan a los partidos de Copa Argentina, los que se juegan en canchas neutrales en las provincias y también en la Copa Libertadores y lo hacen con bombos y banderas. En el Monumental también lo hacen, pero sin tanto alarde ya que están haciendo buena letra para poder hacerlo en un futuro.

Unos 300 integrantes de la barra oficial, enterados de la presencia de la disidente, fueron a buscarlos y todo terminó con corridas del grupo minoritario, aunque algunos de ellos fueron interceptados por la oficial y no la pasaron nada bien. Luego del enfrentamiento que duró unos pocos minutos, la policía le secuestró armas blancas y piedras a la disidente y los detuvo. En total hubo unos 30 detenidos y unos 20 heridos.

Los hinchas comunes, víctimas de la brutalidad

Si bien el hecho sucedió en un lugar dentro de todo aislado en el que no había mucha presencia de hinchas que nada tienen que ver con la barra o mismo de familias, la realidad es que estos acontecimientos nefastos son los que arruinan una tarde de fútbol donde todo debe ser en paz.

Es momento de una vez por todas que las autoridades actúen y prevengan este tipo de hechos. En esta oportunidad no era muy difícil de anticiparlo ya que el día previo la barra disidente se había manifestado en la puerta del Monumental, claramente anunciando que su deseo es volver a las tribunas.

Las facas incautadas por la policía.