Hace poco menos de un mes, Claudio Tapia, presidente de la AFA, Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y miembros tanto de Conmebol como de la UEFA, se reunieron en las oficinas del organismo sudamericano en medio de lo que fue el Congreso de la FIFA que se desarrolló en Luque, Paraguay.

+ Un partidazo como la Finalissima despierta el interés de todos. Muchos ya buscan pronósticos de fútbol para hoy para anticipar quién levantará la próxima copa.

Allí, por primera vez, entre todas las partes afectadas establecieron la posibilidad de disputar la Finalissima en marzo del 2026, siempre y cuando la Selección de España no deba participar del Repechaje de las Eliminatorias para la Copa Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026.

Sin embargo, conforme fueron pasando los días, tanto desde el combinado europeo como desde la Scaloneta hicieron saber que no están convencidos en jugar una final a tan solo 3 meses de la Copa Mundial. Además de padecer algún contratiempo físico dentro de una temporada en la que está súper cargada para los futbolistas con tantas competencias en sus clubes, una derrota puede generar dudas que ni en un lado ni en el otro pretenden generar.

Incluso, tras la caída en la Final de la UEFA Nations League, el que menos quiere es España, puesto que venía con la frente en alto al haber ganado la última edición de la Liga de las Naciones y la Euro de Alemania. La derrota con Portugal significó un golpe anímico que no estaba en los planes y que no desean profundizar si encima son superados por la Selección Argentina.

Con lo cual, crece cada vez más la chance de que la Finalissima se patee para los primeros meses posteriores a la Copa del Mundo del 2026. Ya para entonces habrá tiempo de sobra para encontrarle un hueco en el calendario sin que desenfoque a un combinado o al otro del objetivo principal. Lo que está claro es que debe jugarse, puesto que UEFA y Conmebol tienen un compromiso firmado por tres ediciones (ya se jugó la primera en Wembley en 2022).

La sede de la Finalissima

En la documentación firmada por Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, y por Aleksander Ceferín, su homólogo en la UEFA, quedó decretado que las dos primeras ediciones de la Finalissima se llevarían a cabo en territorio europeo, mientras que la restante sería en América (es decir, posiblemente Estados Unidos).