Es difícil encontrar récords que no hayan sido batidos en la historia del tenis por Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic, pero aun existen algunos y uno de ellos pertenece al estadounidense Jimmy Connors. Quien hoy tiene 72 años supo ser estrella del deporte durante las décadas de 1970 y 1980 y pese a que pasaron casi 30 años desde su retiro, sus marcas siguen siendo inalcanzables.
El inicio de una nueva era
Connors se convirtió en profesional en 1972, una época en la que el circuito vivía una convulsión por la nueva Era Open, la profesionalización de los torneos y la explosión total del deporte que empezó a llevar a las figuras del court a la televisión y a las tapas de revistas como si fuesen estrellas de Hollywood.
En ese mundo, el estadounidense se hizo rápido del reconocimiento de colegas y expertos por su estilo aguerrido y un revés a dos manos que hacía olvidar su 1,78 metros de altura, algo más bajo que los grandes tenistas de aquel momento. Pero, no sólo era su manera de jugar la que llamaba la atención, sino además sus malos modos dentro del court.
Su rebeldía iba muchas veces en contra de las propias normas. Es así que, por ejemplo, le hizo fuck you a un umpire en pleno partido e incluso llegó a conseguir que en una final cambiaran al árbitro por estar disconforme con su actuación.
Todo esto lo convirtió en un “chico malo” del court, junto con John McEnroe, su gran adversario, que avergonzaba a muchos amantes del viejo tenis, pero a la vez atrajo a miles de fanáticos que los seguían por su personalidad y su manera de vivir los partidos. “Cuando está arriba, se pavonea como un gallo y canta como un camachuelo. Cuando está abajo, gruñe y maldice como un mocoso de alcantarilla, blandiendo su raqueta como una navaja automática hacia la multitud”, escribieron sobre su comportamiento en 1985.
El éxito y los récords de Connors
Obviamente su comportamiento no hubiese llegado a las tapas de las revistas si no hubiese estado acompañado de grandes resultados. Llegó a ser número 1 del mundo entre 194 y 1977 durante 160 semanas seguidas, récord que fue destrozado por Roger Federer en 2008, cuando alcanzó las 257.
Pero eso no es todo, en total Connors consiguió 1.274 victorias, cifra que nadie ha logrado alcanzar hasta el momento y quien más cerca está de conseguirlo es Novak Djokovic, que acumula 1.124 y sigue en actividad. Cabe mencionar que el segundo en ese listado es Roger Federer con 1.251, pero ya está retirado.
Pero el récord que más enorgullece al norteamericano y a sus fanáticos es que sigue siendo el tenista con más títulos de la historia de la Era Abierta, con 109, seis más que Roger Federer y 10 más que Djokovic, que lucha por alcanzarlo. De esos 109, tiene un Abierto de Australia, cuatro Roland Garros, dos Wimbledon y cinco US Open.
Las sanciones y polémicas de Jimmy Connors
Su mal comportamiento en el court hizo que Connors reciba varios castigos por parte de la ATP y de los torneos. Es que todo show tiene un límite, sobre todo cuando hay gestos o insultos hacia las autoridades como los que el norteamericano solía realizar en los partidos que se le presentaban complicados.
El episodio más recordado tuvo lugar en 1986, cuando en las semifinales del campeonato de Boca Ratón de aquel año se enfrentó a Ivan Lendl. Fue por un fallo del umpire, que dio válida una bola del checo que él había visto como mala, que Connors se salió del eje y abandonó la cancha. El juez lo esperó durante varios minutos, pero pasado un tiempo prudencial le dio por perdido el partido.
Eso provocó que tiempo después el estadounidense fuera castigadocon 10 semanas de suspensión y una multa de 20 mil dólares, sanción que fue hasta ese momento la más grave de la historia del tenis. Justamente por esa razón no pudo disputar el Roland Garros de aquel año que tuvo como campeón justamente a Lendl, uno de sus grandes adversarios de la época.
Años antes, en 1982, había sido suspendido por 21 días por realizar gestos obscenos a un árbitro y en 1985 recibió un castigo por haber superado superar el límite de multas, de 7.500 dólares en torneos.
Pero sus locuras fueron incluso más allá y en el ATP de Chicago en 1985 consiguió algo inédito en la historia del deporte. Cuando se enfrentaba a su compatriota Brad Gilbert, éste logró quebrarle y ganarle el partido, con una bola que Connors juzgó como mala. Fue por eso que estalló de furia contra el árbitro y logró torcer su decisión para que se repita el punto, lo ganara y luego se quedara con el partido.
“El árbitro enciende el micrófono y dice: ‘Overrule. La pelota ha sido fuera. Mr.Connors saca, 40-40’. Podrían haberme clavado un tenedor en el ojo, que me hubiera dolido menos”, escribió Gilbert en su biografía. “Sentí que me habían robado y me convertí en un caso perdido. ¿Acaso ganar a Connors una sola vez era mucho pedir? Supongo que ganarle dos veces en la misma noche era demasiado. Odio admitirlo, pero aquella fue una de esas pocas ocasiones de mi vida en las que dejó de preocuparme un partido de tenis”, sostuvo quien por entonces tenía 23 años y vio frustrado su sueño de hacer historia.
Jimmy Connors entrenador y polémico
“Es un lugar solitario, pero créanme, tiene las mejores vistas posibles… ser el número 2 del mundo es como ser el 200“, llegó a declarar en su época como jugador, antes de su retiro definitivo en 1996. Y con esa mentalidad se dedicó a ser entrenador.
Jimmy Connors trabajó al frente de dos de los mejores tenistas de los últimos tiempos: Andy Roddick y Maria Sharapova, pero además fue asesor de Eugenie Bouchard en 2015. Justamente por su vigencia en el circuito también se ha prestado para opinar de la actualidad del deporte y a ala hora de elegir al mejor del Big Three, no dudó: “Mira a todas las personas que estaban en el carro de Federer y el carro de Nadal como los mejores de todos los tiempos. No son ni siquiera los más grandes en su propia era“.
Esa frase le trajo varias críticas, por eso, al tiempo aclaró: “No digo y nunca dije que Federer y Nadal no fuesen los grandes jugadores que son, solo dije que hay un chico nuevo en la cima del montón, eso es todo. Y ha ganado el mayor número de Grand Slams”. Y en este sentido, aclaró: “Las reglas se establecieron sobre la importancia de los Grand Slams. Eso es todo lo que digo”.