Marat Safín fue uno de los tenistas que supo brillar a finales de la década del 90 y principios del 2000, justo cuando el Big Three de Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal empezaba a surgir. El ruso logró conquistar dos títulos Grand Slam, fue número del mundo y en su haber hay más de mil raquetas que fueron destruidas producto de su ira.
Dueño de un talento excepcional, Safín protagonizó una carrera impensada para alguien que fue obligado a dedicarse al tenis y obligado a retirarse con apenas 29 años. Incluso, después de su despedida incursionó en la política en su país, se alejó del deporte y hasta fue señalado como un ermitaño al decidir no tener novia ni amigos para pasar el día junto a sus dos gatos.
La aparición de Safín y sus duelos con los grandes
La irrupción de Safín en el circuito ATP se da en 1997, pero su nombre empezó a resonar con fuerza en el 2000, cuando logró cruzar la barrera de las primeras rondas de los Grand Slam para llegar a cuartos de final de Roland Garros y alzarse con el título del US Open de aquel año.
Era una época en donde nombres como Pete Sampras, Andre Agassi, Andy Roddick o Gustavo Kuerten dominaban la escena del tenis y aún faltaba para que el Big Three hiciera añicos los récords existentes hasta entonces. En ese contexto, el ruso se hizo un lugar en el ambiente al jugar semifinales de todos los Grand Slam, llegar a ser número 1 tres veces entre 2000 y 2001 y ganar también el Abierto de Australia 2005, nada menos que ante el local Lleyton Hewitt.
“No recuerdo el match point de ese partido pero al final sí sentí mucha relajación. Sentí como si hubiera perdido 150 kilos de peso. No sentí felicidad, no estaba feliz, solo sentía alivio. Era muy estresante todo eso. Creo que ni levanté los brazos ni grité, no estaba feliz. Después del partido no salí a ningún lado a cenar ni a celebrarlo. Quería estar solo. Al día siguiente estuve igual. Me daba igual la gente, los periodistas… No quería hablar con nadie, no me importaba nada, solo quería estar solo, que no me tocasen. Estaba con Peter (Lundgren, su entrenador) pero no quería tener a nadie más. Solo quería tomarme una cerveza y mi vino. Tardé bastante en relajarme, tuve que tomar varias cervezas, porque estaba temblando de los nervios después del partido. No me acuerdo cuántos litros de cerveza bebí en mi habitación”, reveló años más tarde en EPSN.
En esa misma charla, reveló además cuáles fueron los dos tenistas que más lo hicieron transpirar: “Nalbandián me pegó una paliza en el primer partido de aquella Davis (2006), ni las vi pasar. Jugué varias veces con él pero ahí no pude hacer nada. Con los dos únicos jugadores con los que he sentido que no podía hacer nada ha sido con Federer y con David. El nivel que dio David fue increíble, era buenísimo“.
Además, curiosamente, él le dio la bienvenida al circuito a Novak Djokovic. Fue justamente en el Abierto de Australia 2005, el primer Grand Slam en la carrera de Nole, que siendo 188 del mundo logró pasar la Qualy y en el cuadro le tocó enfrentar a Safín. El resultado fue de 6-0, 6-2 y 6-1 en apenas una hora y 15 minutos de juego: “Es un tipo joven, prometedor. Ya sabes, ha tenido muy buenos resultados el año pasado en los Challengers. Va a ser un buen jugador. Ya ha firmado algunos contratos, lo que significa que la gente está buscando adelante y estará en el Top 10 en el futuro”, declaró el ruso tras ganarle al serbio ese encuentro, a quien le ganó los dos encuentros en los que se enfrentó. El otro fue en Wimbledon 2008, también en sets corridos.
Retiro anticipado y su hartazgo del tenis
En el año 2009, Safín había sufrido varios inconvenientes físicos, sobre todo en una de sus rodillas por lo que llevaba algún tiempo saltándose partidos y cayendo en el ranking. Ante esto, y después de ser eliminado del Masters de Perís por Juan Martín Del Potro, anunció que dejaba la actividad profesional pese a que todavía no tenía 30 años.
“En este deporte, o estás entre los cinco primeros del mundo o no estás en ninguna parte“, declaró tiempo más tarde al hablar sobre su decisión. “No quería seguir jugando como el número 11 o 12, enfrentar a los jugadores más jóvenes y cansarme con un dolor de rodilla. Siempre pensé que era mejor dejar de hacer deporte antes de que éste me abandonara. Si mi rodilla no me hubiera causado todos estos problemas, podría haber jugado un par de años más”.
Pero no solamente eso, sino que además se mostró arto del circuito de ATP: “Estaba cansado de este mundo. Me aburrí, pero después de varios años puedo decir que he superado este momento. No tenía motivación y estaba perdiendo ante jugadores desconocidos. Si no puedes vencer a jugadores como Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal, ¿qué estás haciendo allí?”.
Justamente, tras su retiro, reveló que su deseo nunca había sido ser profesional, sino que sus padres lo obligaron: “A mí no me gustaba jugar al tenis, mi carrera ha sido un milagro. Nunca disfrutaba en la pista, siempre tenía mucha presión u obligación de jugar… Yo quería ser jugador de fútbol y jugar en el Spartak, pero mi madre me dijo que jugase al tenis y así fue como empecé en el tenis contra mi voluntad”.
Nueva vida tras el retiro y aparición en la política
Si a muchos fanáticos del tenis les sorprendió que Safín se retirara a los 29 años, a muchos rusos les asombró que tiempo después anunciara el inicio de una carrera política.
“Me presento como candidato al Parlamento Federal Ruso. Es un reto nuevo para mí. Me considero una persona inteligente que tiene mucho que aportar, con muchas ideas sobre qué es lo que hay que hacer. Mi compromiso es total”, anunció en 2011, después de haber sido vicepresidente de la federación de tenis de su país. “La situación política en mi país es complicada y a la vez interesante, pero ahí dentro te das cuenta de cosas que podés hacer para mejorar y cambiar”, escribió en el comunicado que publicó para realizar aquel anuncio.
Fueron en total seis años los que se desempeñó como miembro del parlamento ruso, hasta 2017 y luego, se alejó de todo. Fue una vida en las sombras la que llevó hasta que en 2018 dio una entrevista con el diario Sport de su país para contar qué era de su vida y no ocultó su soledad.
“ Vivo solo, no tengo novia ni amigos. Soy autosuficiente, no necesito nada de nadie. No es que sea un ermitaño ni nada parecido. Tengo mi círculo social, a los que considero camaradas o colegas, pero no amigos. Tampoco tengo novia ni quiero una. No me interesa construir relaciones con nadie. No quiero tener que estar compartiendo mi vida personal ni escuchar los detalles de otra gente”, reveló. Y agregó: “Nadie a mi alrededor, silencio, calma. Libertad absoluta para hacer lo que tenga ganas de hacer. Cuando me agobio, viajo por todo el mundo. Cuando me siento descansado, vuelvo a Moscú para estar con mi familia. Mi casa es un lugar sagrado. Es un fuerte para mí, donde puedo estar conmigo y con mi energía. No quiero que nadie altere eso. Solo dos gatos viven conmigo “
Regreso como capitán, críticas a Nadal y al tenis femenino
En 2020, Safín había vuelto al ruedo en el rol de capitán de rusia en la ATP Cup y brindó una serie de entrevistas explosivas. En una de ellas, criticó a la nueva generación.
“No quiero ofender, pero el nivel es mediocre, salvo por Federer, Nadal y Djokovic. Viejos de 37 años (por Federer) aún pueden jugar porque nadie los aprieta. Los jóvenes antes te ganaban enseguida y ahora no son buenos hasta los 25”, comentó en diálogo con AS de España.
También aprovechó para cargar contra Rafa Nadal, en charla con El País: “En la URSS tendría tantísimo peso sobre sus hombros que no podría ganar ni un solo partido, así que lo soviético mejor dejarlo a un lado… La escuela soviética es tremendamente dura, porque no solo no te aporta confianza, sino que te la arrebata. Produce miedo, así que Nadal, con miedo, no podría pasar de la mitad de la pista”.
Como si todo esto no fuera suficiente, se involucró en un debate de aquel año cuando algunos tenistas propusieron unir la ATP con la WTA y que el tenis sea mixto. Roger Federer fue uno de los que opinó que eso potenciaría al tenis femenino, algo que Safín descartó por completo: “El tenis masculino es el que manda. Lleva incrementando ingresos y atención durante mucho tiempo. Por su parte, el tenis femenino es un producto mucho menos comercializable, muy difícil de vender, y diría que casi imposible si no hay grandes estrellas. Sin la presencia de estrellas deportivas, pero también mediáticas, como Maria Sharapova o Serena Williams, el tenis femenino es inviable e invendible” .
Además, es una de las pocas entrevistas que ha dado en el último tiempo, se ha mostrado insatisfecho con cómo se maneja el ambiente del tenis en la actualidad y hasta fastidiado por todo lo que rodea a los deportistas de elite. Pero, por terceros se ha sabido que ha estado aconsejando a su compatriota Andrey Rublev para que mejore su juego.
Habrá que ver si más allá de darles consejos a algunas estrellas, Marat se anima a volver al ruedo y dirigir a alguna figura.