El tenis no volvió a ser el mismo desde que Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic estuvieron en su máximo esplendor en el circuito. Una rivalidad sin igual que les hizo ganar el mote del Big 3. Fueron años en los que protagonizaron verdaderas batallas que quedaron en la historia grande de este deporte.
Por edad, el que primero apareció en el circuito fue Roger, un jugador con un talento descomunal y una elegancia sin precedentes que se destacó especialmente en césped y canchas duras, pero luego apareció Rafa, un español que jugaba con pantalones bastante largos y una musculosa que lo hacían ser único, él era casi imbatible en polvo de ladrillo, aunque también logró ser determinantes en las otras superficies. Finalmente, se sumó Nole, una bestia física con una mentalidad sin igual que terminó convirtiéndose en el máximo ganador de Grand Slam.
Ante ese panorama, hubo una generación -aquellos que nacieron entre 1995 y el 2000- que pocas posibilidades tuvieron de pelear contra ellos. Los admiraban de tal manera que salían a la cancha sabiendo que perderían ante sus ídolos. Pero ellos no sentían idolatría entre sí, aunque lógicamente si se respetaban y mucho.
Sin ir más lejos, Rafael Nadal le contó a The Athletic cómo fue enfrentar a sus dos máximos rivales en canchas duras, superficie en la que tanto Roger como Nole tenían cierta ventaja ya que se habían criado jugando allí, mientras que Rafa lo hizo en polvo de ladrillo: “Necesitaba que mi cuerpo y mi rendimiento físico estuvieran al máximo nivel para competir contra Novak en una pista dura”.
Además, agregó: “Tenía que ser más agresivo y tener una pelota de mayor calidad con mi golpe de derecha cuando iba a por el punto ganador. Ese era mi objetivo. Roger era capaz de ganar puntos muy rápido con su servicio, pero Novak y yo jugábamos partidos más reñidos. Sin duda, él era mejor que yo en pista dura, pero hasta 2013 o 2014 yo era capaz de competir contra él de forma adecuada”.
Rafa y la rivalidad contra Roger y Djokovic
“De alguna manera, tener delante a jugadores como Novak o Roger te da una idea clara de lo que tienes que hacer. Nunca tuvimos tiempo para relajarnos. Teníamos que esforzarnos al máximo todo el tiempo para competir en esa época. Cuando entrenaba, lo hacía para mejorar por mí mismo, pero al mismo tiempo tenías a esos rivales delante”, completó Rafael Nadal.
