El resultado del último martes contra Argentinos Juniors había encendido las alarmas pensando en el durísimo encuentro que Boca tenía por delante contra Estudiantes en La Bombonerapor la décima fecha de la Liga Profesional. Sin embargo, Hugo Ibarra volvió a patear el tablero, metió lo mejor a disposición y el equipo mostró respuestas más que positivas.

Solo diez minutos bastaron para que el Xeneize abriera el marcador. Una de las críticas que sufría el equipo a principios de año era la falta de gol de sus volantes, pero Pol Fernández llegó para cambiar esa estadística y, con una pirueta, clavó el 1-0 tras la revisión del VAR por un presunto offside. Con el resultado a su favor, Boca jugó tranquilo, con la pelota bajo la suela, y el Pincha jamás logró incomodarlo ni por la vía terrestre ni por la aérea.

El marcador se volvería a modificar recién en la segunda mitad y con una Ley del Ex. Marcos Rojo aprovechó su estado de gracia (dos goles en sus últimos tres partidos) y clavó un zurdazo al ángulo prácticamente inatajable para Mariano Andujar. El zaguero no lo gritó, claro está, pero toda La Bombonera sí.

Con un Estudiantes desorientado y desordenado, se preparó el escenario ideal para los pases filtrados de Óscar Romero. El paraguayo asistió desde más de cuarenta metros para Sebastián Villa, que no tuvo más remedio que definir desde afuera del área ante la tardía salida de Andujar. 3-0 y a la bolsa.

Sin embargo, al Pincha le quedaba una bala y marcó el del honor a falta de quince minutos para el cierre, con un triple cabezazo en hilo dentro del área que desembocó en la definición de Jorge Morel. Aún así, el trámite fue el mismo desde el principio hasta el final del cotejo y Boca volvió a ganar luego del tropezón en La Paternal. Con 15 puntos en la tabla, los de Hugo Ibarra se ilusionan con prenderse arriba.