Le pidió trabajo a Riquelme y a los días estaba en Boca: "Me devolvió las ganas de vivir"

Jorge El Patrón Bermúdez, Raúl Cascini y Marcelo El Chelo Delgado lo acompañan en el Consejo de Fútbol. Sebastián Battaglia y Juan Krupoviesa están en la Reserva como así también aparecen Hugo Ibarra y Mauricio Serna. Blas Armando Giunta (Coordinador de Fútbol Juvenil), Diego Soñora (Subcoordinador de Fútbol Juvenil), Roberto Pompei y Claudio Morel Rodríguez con la Cuarta División, Walter Pico con la Quinta, Matías Donnet con la Sexta, Antonio Barijho y Martín Andrizzi con la Séptima, Pablo Ledesma en la Octava y Robero Passucci. Y la lista sigue.

Después del regreso de Juan Román Riquelme a Boca, ésta vez sin los pantalones cortos ni los botines, se le sumaron muchas vueltas de exjugadores al Xeneize. El primer párrafo de esta nota justamente menciona a la mayoría de los exfutbolistas que aparecen hoy en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza. La mayoría han llegado de la mano del máximo ídolo del club.

En las últimas horas, se conoció una historia que hasta entonces no había tomado notoriedad en los medios de comunicación. Se trata de caso de Claudio Benetti, el autor de aquel famoso gol que le dio el Apertura de 1992 a Boca y que significó cortar con una sequía de once años sin títulos para la institución.

"Lo llamé a Román, le dejé un mensaje para para pedirle trabajo, y a la semana me llamó el 'Chelo' Delgado y al poco tiempo me citaron para comenzar a trabajar", contó el exjugador, que surgió de las inferiores del Xeneize, en una entrevista con Radio Mitre. Hoy trabaja en el predio de Ezeiza.

"Le dije que yo me había criado ahí y si me podían dar una mano. Lo que dijiste vos (señalándo al conductor) de lustrar botines, limpiar baños... no tenía ningún inconveniente en hacerlo. Lo único que me interesaba era trabajar, no quería otra cosa. El apellido acá no va más, no pedí otra cosa. Así fue", sentenció. ¡Excelente gesto de Riquelme y del Consejo de Fútbol!

¿Ahora qué hace Benetti en Boca?:

"Estoy con la categoría 2009. Sinceramente, te digo que volví al club y tenía una mezcla de sensaciones porque no sabía cómo entrar. En La Candela teníamos una pelota para 70 pibes y yo entré al predio y me encontré con cosas que no imaginé que había. Sentí emoción, asombro... No me imaginé que ese predio no estaba tan preparado: está a la altura de cualquier predio del mundo (...) Me devolvió las ganas de vivir, la ilusión. Yo estuve 14 años ahí y volver a tu casa es lo mejor que le puede pasar a un ser humano. Ahora me siento un privilegiado de trabajar de lo que me gusta. Estoy rodeado de la gente que escribió la historia del club. No tomo real conciencia de dónde estoy parado", explicó. Sobran las palabras.