Boca en el mercado de pases se movió mucho, habiendo más de 10 bajas en el plantel y 6 arribos desde puertas afuera del club, mientras que también subieron una cantidad elevada de juveniles desde la reserva, en su momento dirigida por Sebastián Battaglia.
Marcelo Weigandt, Nicolás Orsini, Norberto Briasco, Esteban Rolón, Juan Ramírez y Luis Advíncula fueron los jugadores que llegaron desde otros clubes en el Xeneize, y una vez que todos tuvieron puesta ya la camiseta de Boca, desde el Consejo del Fútbol buscaron con bastante intensidad a un delantero más, ya que quedaron en el plantel únicamente Orsini y Luis Vázquez.
Se habló de una extensa cantidad de centroatacantes, pero en el último tiempo del mercado de pases, sonaron dos sobre todo: Juan Ignacio Ramírez y Franco Di Santo. El primero, con un imponente andar en el fútbol uruguayo, terminó emigrando al Saint-Etienne de la Ligue 1. Di Santo, por su parte, se quedó en San Lorenzo, donde cobra un sueldo más alto que el que Boca le ofreció.
Por eso, y por una diferencia económica entre ambos clubes, Di Santo no se vistió de azul y oro, y desde ahí que su rendimiento se fue a pique en el Ciclón. Siendo el 9 titular del equipo dirigido por Paolo Montero, el ex Schalke 04 registra 2 goles en 9 partidos de la Liga Profesional, y no solo eso marca su mal rendimiento, sino que también sus malas decisiones lo vinculan de muy mala manera con los hinchas del Azulgrana.
De hecho, luego del empate ante Atlético Tucumán en el norte argentino, donde el Cuervo jugó muy mal, los fanáticos de San Lorenzo explotaron en Twitter contra Di Santo.
