Tres días antes de que se realice el sorteo de la Copa Libertadores, Juan Román Riquelme se encuentra en España para disputar el partido de las Leyendas del Villarreal con motivo del centenario del club en el que jugó desde 2003 a 2007. Y aunque está a horas de volver a ponerse los botines para acariciar la pelota, no deja de lado su actual rol de dirigente.

En diálogo con el Diario Marca, Román explicó cuáles fueron los motivos que lo llevaron a ponerle el cuerpo a la política de Boca e hizo un breve balance de su gestión. "Ellos (River) tuvieron varios años importantes. Yo amo a mi club y sentí que era el momento de participar. Hemos tenido la suerte de competir bien. A veces nos tocará ganar y otras veces no, pero estamos muy contentos de cómo están saliendo las cosas. Siempre vamos a intentar mejorar", dijo.

Pese a que el Xeneize está atravesando una crisis futbolística, pues acumula dos derrotas consecutivas en la Liga Profesional de Fútbol, ante Banfield e Instituto, Riquelme no baja las pretensiones en relación a los objetivos del equipo en una Copa Libertadores que no conquista desde 2007, con él como jugador y máxima figura. "Para mí es la Copa más linda. Intentaremos competir bien y llegar a la final", destacó.

Román confesó que la decisión de retirarse de la práctica profesional del fútbol la fue pensando durante muchos años y que una vez que lo decidió, vistiendo la camiseta de Argentinos Juniors, supo que en algún momento iba a regresar a Boca desde otro lugar. "Hace tres años que me toca estar de nuevo en el club y la verdad que se disfruta muchísimo", reconoció.

El Último Enganche todavía mantiene su casa en Villarreal y dijo que viaja a ver un partido cada vez que puede. Agradeció el cariño de los hinchas y se mostró ilusionado con pasar una gran jornada de fútbol este viernes, durante los festejos del Centenario junto a otras Leyendas del club.