A Boca no le sobró nada en el Estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero, pero consiguió el objetivo de avanzar a los octavos de final de la Copa Argentina gracias al triunfo 2-1 sobre Barracas Central, al que le aportaron gol Cristian Medina y Miguel Merentiel.

Para Jorge Almirón, sus dirigidos mostraron dos versiones en un mismo partido. Aceptó que en el primer tiempo hubo más lucha que juego, pero destacó que en el complemento el equipo tuvo la intención de juego que pretende más allá del gol de Andrés Puig que puso en riesgo la victoria.

Más allá de la satisfacción por avanzar en la Copa Argentina, Almirón quedó molesto por dos razones a las que atribuyó gran influencia en el desarrollo del partido: el estado del terreno de juego en Santiago y la actuación arbitral, con Rey Hilfer a la cabeza.

“El segundo tiempo fue de lo mejor, pero en la cancha no se podía jugar. Estaba muy difícil jugar entonces se complicaba en los pases largos para controlar, se complicaba jugar”, empezó diciendo.

Y agregó: “Se intentó jugar en una cancha complicada. Fue un partido duro, digno de la Copa Argentina. Al árbitro ya lo conocemos, fue el mismo que con Arsenal. Es complicado”.