Este domingo, en el marco de una nueva fecha de la máxima categoría del fútbol italiano, Juventus se presentó en la ciudad de Turín con muchos habituales suplentes después de lo que fue su aparición por la UEFA Europa League.

Como local, los comandados estratégicamente por Massimiliano Allegri se encontraron frente a frente con Sampdoria, uno de los conjuntos más pobres de dicho certamen doméstico, el cual se encuentra al borde del descenso.

En ese contexto, la historia comenzó de la mejor manera para Juventus, que se puso dos goles arriba gracias a las apariciones de Gleison Bremer y Adrien Rabiot. Sin embargo, la historia se complicó por que la visita lo igualó a través  de Tommaso Augello y Filip Duricic.

Así las cosas, los anfitriones volvieron a desnivelar promediando la etapa complementaria, nuevamente gracias a Rabiot, la gran figura que tuvo Juventus y también el partido. Y más tarde llegaría un momento realmente emotivo.

Es que, en la agonía del espectáculo, quien desataría toda su felicidad sería Matías Soulé, joven atacante argentino que puso la cabeza para estampar el 4-2 definitivo y meter su primer gol con la camiseta de Juventus. Inolvidable.