El lunes comenzó con más fútbol en el marco de la presente edición de la Eurocopa. Lo hizo con el encuentro desarrollado en el Hampden Park de la ciudad de Glasgow, donde se encontraron frente a frente el anfitrión Escocia y República Checa, quienes midieron fuerzas bajo la órbita del Grupo D del mencionado certamen continental.

En la previa se esperaba un encuentro completamente parejo y equilibrado entre dos equipos con nombres propios interesantes pero sin demasiado vuelo ofensivo. Sin embargo, cuando la primera parte parecía morirse sin anotaciones, la formación visitante encontró la apertura del marcador gracias a un tanto de Patrik Schick de cabeza.

Luego, en la etapa complementaria, Escocia adelantó líneas buscando revertir la historia adversa para rescatar por lo menos una unidad. En medio de ese panorama, y, cuando prácticamente nadie lo esperaba, República Checa aumentó diferencias con un golazo absolutamente histórico y extraordinario del mencionado y potente delantero.

Cuando transcurrían jugados siete minutos de ese segundo tiempo, Patrik Schick apareció nuevamente en escena para dejar a propios y extraños con la boca abierta. Es que el destacado delantero de 25 años de edad, con presente en Bayer Leverkusen y con pasado en Sparta Praga, Bohemians 1905, Sampdoria, Roma y Leipzig maravilló al mundo.

Desde la mitad de la cancha, a unos 50 metros de la portería local defendida por David Marshall, Patrik Schick sacó un remate realmente impactante que se terminó metiendo, directo y sin escalas, en el arco, transformándose en el 2-0 de República Checa. El delantero visitante le impregnó potencia y dirección al esférico para el mejor gol de la Eurocopa.