El futuro de Alejandro Garnacho está cada vez más lejos del Manchester United. Luego de la temporada 2024/2025 en la que recolectó 3570 minutos repartidos en 58 encuentros por todas las competencias, los que le sirvieron para registrar 11 goles y 10 asistencias, el delantero, al parecer, tendrá que buscarse club porque ya es más que evidente que no tendrá lugar.
Básicamente, por lo que es su mala relación con el entrenador Ruben Amorim. Ambos dejaron más que claro que no tienen afinidad y que la convivencia entre ellos no fue nada fácil. Declaraciones cruzadas y e indirectas (no tan indirectas) en redes sociales (incluso de personajes externos como el hermano del futbolista) arrimaron al nacido en Madrid hacia la puerta de salida del Old Trafford.
De hecho, medios de comunicación británicos como The Athletic y Daily Mail reportaron, tras la Final de la Europa League que el Manchester United perdió con el Tottenham, que Alejandro Garnacho fue notificado por el estratega portugués sobre que no lo tendrá en cuenta en el armado del plantel para la próxima campaña.
Por eso también trascendió que la dirigencia de Los Diablos Rojos ya está trabajando para obtener a cambio de su transferencia una suma no menor a las 60 millones de libras esterlinas, precio que le tasó, en teoría, al Chelsea y al Napoli, los dos equipos que ya habían presentado interés en el mercado de pases de enero.
Con todo este panorama, el Manchester United, conforme a Give Me Sport, aceleró para dar con el reemplazante de Alejandro Garnacho. Se trata de Matheus Cunha, jugador brasileño que se proyecta tanto como extremo por derecha como centrodelantero, por quien está negociando con el Wolverhampton por una operación que rondaría las 62 millones de libras.
Las complicaciones financieras del Manchester United que aumentan el interés por desprenderse de Alejandro Garnacho
El Manchester United enfrentará un verano complicado. Está decidido a transferir a Alejandro Garnacho en función de disipar los conflictos internos y, principalmente, hacer caja. Esta posible venta, junto a la de Kobbie Mainoo, busca aliviar la delicada situación del club dentro del Fair Play Financiero con el que tanto cargan las instituciones europeas y particularmente las inglesas.
La situación de incertidumbre se extiende al capitán, Bruno Fernandes, quien declaró que podría salir de Old Trafford “si el club considera que es mejor sacar provecho” como parte de una renovación. El portugués, por cierto, ya despierta interés de equipos como el Al Hilal saudí.
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