Es cierto que, para la llegada de 2026, todavía resta más de una temporada y media por delante. Sin embargo, las autoridades de la Fórmula 1 quieren posicionarse siempre varios pasos por delante y permanentemente vislumbran modificaciones y trabajan en mejoras para el futuro. Y así lo confirmaron en las últimas horas.
Es que, este jueves, la FIA presentó en sociedad, justo antes del Gran Premio de Canadá, el nuevo reglamento junto con las revolucionarias modificaciones que existirán en los vehículos de la categoría más importante del automovilismo mundial. Se espera que, de esta manera, se genere un avance completamente decisivo.
A partir de la temporada 2026 de la Fórmula 1, los vehículos serán más pequeños, más ligeros, más seguros y utilizarán un combustible ciento por ciento sostenible. Al mismo tiempo, contarán con aerodinámica activa, algo que, sin ningún tipo de dudas, marcará un antes y un después en la historia del automovilismo a lo largo y a lo ancho del planeta.
“Los coches son ligeros, enormemente rápidos y ágiles, pero siguen a la vanguardia tecnológica”, exteriorizó al respecto, Nicholas Tombazis, máximo responsable de monoplazas de la FIA. No es un detalle menor que, a partir del 1 de enero de 2025, todas las escuderías podrán empezar a trabajar en este nuevo concepto.
Todos los cambios en los vehículos
- Aerodinámica activa: tanto en el alerón delantero como en el trasero, los nuevos autos tendrán aerodinámica activa. Habrá dos configuraciones posibles: la Z (para curvas) y la X (para las rectas, donde los alerones estarán más abiertos para reducir el efecto del viento en el coche).
- Menos efecto suelo: será reducido para que no existan tantas diferencias como se ha apreciado con el actual reglamento. Para lograr este objetivo se rebajará la potencia del difusor. En tanto, el suelo de los monoplazas será más plano que en la actualidad.
- Mayor potencia eléctrica: el motor protagonizará un incremento de la potencia eléctrica, en tanto que desaparecerá el MGU-H, uno de sus elementos más conocidos. La mitad de la potencia vendrá del ERS (sistema de recuperación de energía), que pasará de los 120kW a los 350kW.
- Chasis reducidos: los autos serán más ligeros y más pequeños. La longitud entre ejes pasará de los 3,6 metros actuales a los 3,4 metros, mientras que el ancho pasará de los 2 metros actuales a los 1,9 metros. Los neumáticos reducirán su anchura, en tanto que el peso de los monoplazas se rebajará 30 kilos y la carga aerodinámica se reducirá otro 30%.
- Desaparición del DRS: será reemplazado por el denominado “push to pass”, muy popular en otras categorías como IndyCar o la Fórmula E. El coche perseguidor, cuando lo active, recibirá un extra de potencia para superar al coche de adelante.
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