Todas las historias tienen un final, pero no todas las historias son igual de hermosas. Maximiliano Rodríguez decidió ponerle un alto a su exitosa carrera, que lo hizo disputar un total de tres mundiales con la Selección Argentina.

Con la camiseta de Newell's, el club de sus amores, Maxi se despidió de su gente en el Marcelo Bielsa ante una terrible ovación al ser reemplazado. Por supuesto, hubo emoción y beso al césped del estadio que lo vio nacer.

El partido, un aburrido cero a cero que pudo haberse roto de no ser porque Facundo Cambeses le contuvo un penal a Fernando Belluschi, pasó a segundo plano debido a la magnitud del ídolo que decidió colgar los botines a los 40 años.

La número 11 de la Lepra será siempre una de las camisetas más pesadas de llevar. Terminó el jugador, comienza la leyenda. ¡Te vamos a extrañar!