Dueño de una calidad suprema, que en su puesto solo puede emparentarse a un puñadito de nombres dentro de la rica historia del fútbol argentino. Esa técnica exquisita lo hizo sobresalir y marcar la diferencia dentro de un campo de juego. Pero fueron su resiliencia y la voluntad de no bajar nunca los brazos ante la adversidad, las que terminaron de definir su carrera deportiva.
Desde el mismo momento en que se produjo su debut como profesional, Fernando Gago estaba llamado a convertirse en lo que luego se transformó: uno de los mejores mediocampistas del fútbol argentino. Jugador distinto, elegante, que supo destacarse desde bien temprano en Boca y los seleccionados juveniles, para terminar, proyectando una vida repleta de gloria deportiva.
La técnica y elegancia, fueron emblemas de su juego (Getty Images)
Pero ese recorrido también estuvo marcado por duras lesiones. Los constantes inconvenientes físicos fueron los que alteraron su continuidad y productividad. Las operaciones se fueron repitiendo de forma constante, al punto de terminar sacándolo de juego mucho antes de lo imaginado. Más allá de esto, nunca perdió su espíritu competitivo.
Pensante y crítico, a pesar de tantos altibajos, Gago no quiere ser recordado como el hombre de los constantes retornos. Será por eso que, una vez retirado, se animó a declarar: “Si pudiera elegir cambiar algo de mi carrera no serían las lesiones, sino la final del Mundial perdida en 2014”.
De promesa a realidad
Apenas unos meses antes de la consagración argentina en la Copa del Mundo de México, allá por abril de 1986, en Ciudadela nacía Fernando Rubén Gago. Que rápidamente comenzó a despuntar su vicio futbolero, dando sus primeros pasos en ese promisorio semillero del fútbol infantil que es el Club Parque. Aunque era diestro, por similitudes, desde niño llevó el manto de ser el heredero de Fernando Redondo.
Con la melena larga y el número 6 en la espalda, ya empezaba a dar pequeñas muestras de su talento. Por eso, no demandó demasiado tiempo para que los grandes clubes posaran sus ojos en él. Y fue Boca quién logró sumarlo a sus inferiores, al ver su talento y pasión por el fútbol. Gago se formó en el Xeneize, con el que debutaría en diciembre de 2004 en un partido contra Quilmes.
Figura y campeón
Rápidamente se transformó en una de las figuras de Boca (Getty Images)
Aunque ese debut temprano estuvo vinculado a los cambios de nombres que se dan cada vez que Boca llega a instancias decisivas de torneos continentales, Gago no tardaría en ganarse un lugar en el primer equipo. Al año siguiente ya era titular y lucía la camiseta N° 5 del Xeneize, provocando un cambio contracultural para la historia del club, más emparentado con el sudor y el esfuerzo físico que entregaban los Rattín, Suñe, Giunta, Serna o Cascini.
Bien apadrinado por Coco Basile, el mediocampista central supo brillar durante su ciclo, en el que conquistó el Torneo Apertura 2005, el Clausura 2006, la Copa Sudamericana en 2005 y la Recopa en dos ocasiones: 2005 y 2006. Dos años completos en los que hizo valer su destreza y precisión, permitiendo que su nombre se vuelva atractivo y codiciado alrededor del planeta.
El pase más caro de la historia
El día de la presentación de Gago en el Real (Imago)
A fines de 2006, Boca concretó la venta más cara de su historia. Con apenas 20 años, el pibe de Parque era fichado por el Real Madrid por la suma de 27 millones de dólares. De esos sueños de jugar a la pelota, a integrar el vestuario de los Galácticos. Más allá de tanto nombre importante, se ganó su lugar y fue base en los buenos momentos del equipo.
Vistió la camiseta merengue durante 5 años junto a grandes del fútbol, entre ellos, Cristiano Ronaldo, David Beckham, Iker Casillas y Marcelo. En total, fueron 122 partidos jugando para uno de los clubes más importantes del mundo, lapso en el que obtuvo dos ligas, una Supercopa española y una Copa del Rey.
Nivel de selección
El estreno oficial de Gago en la Selección Argentina, ante Francia (Imago)
Cuando formó parte del seleccionado Sub 20 campeón del mundo en 2005, Fernando ya era un jugador hecho y derecho, que triunfaba en Boca, por eso rápidamente se dio su debut en la Selección mayor en febrero de 2007 en un amistoso ante Francia. El técnico del combinado nacional no era otro más que Alfio Basile, quién lo había transformado en una pieza fundamental de sus equipos.
En el Mundial 2014, se lució con la camiseta nacional (Getty Images)
Fue parte de la generación que, en más de una oportunidad estuvo cerca de alcanzar la gloria. Los subcampeonatos en la Copa América de 2007 y 2015 pero, principalmente, la derrota en el Mundial de Brasil 2014, puedan manchar actuaciones y rendimientos colectivos, más que interesantes, en donde Gago fue uno de los nombres destacados. Su otro título con la celeste y blanca fue la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
La despedida de la albiceleste fue ingrata con uno de los futbolistas que más feeling consiguió con Messi en una cancha de fútbol. La Argentina jugaba instancias decisivas de las Eliminatorias, cuando ingresó ante Perú en La Bombonera y, apenas siete minutos más tarde, tuvo que retirarse por lesión.
Europa y la vuelta
“Pintita” también tuvo un paso fugaz por la Roma (Getty Images)
En el recorrido por el Viejo Continente, la Roma primero y el Valencia después, lo recibirían con los brazos abiertos,aunque en ambos casos terminó jugando poco y tampoco tuvo un gran rendimiento.Quizás por eso, decidió hacer las valijas y volver a la Argentina.
En Vélez transitó sus últimos partidos como jugador profesional (Getty Images)
Cuando muchos imaginaban que Boca sería su destino, apareció Vélez, que en medio de la sorpresa general, le permitiría reencontrarse con su mejor versión, más allá que las lesiones a esa altura eran más notorias y lo persiguieron durante su regreso a Boca y su despedida, vistiendo los colores del club de Liniers.
Levantarse y volver
Las lesiones fueron el problema recurrente durante su carrera (Imago)
En medio de tantos éxitos deportivos, el fútbol y el infortunio le jugaron una mala pasada que lo llevaron a tener que sufrir cinco lesiones muy serias. Pero el esfuerzo, la perseverancia, un gigantesco amor propio y su rebeldía para darle pelea a lo que amenazaba con cortarle la ilusión de seguir jugando, pudieron más.
Dos roturas del tendón de Aquiles izquierdo, una del Aquiles derecho y dos de ligamentos cruzados de la rodilla derecha pretendieron terminar con la aventura del fútbol, pero Gago se levantó, peleó y revirtió las situaciones, de las más duras que puede haber sufrido un futbolista. Con 34 años, superados estos momentos, tomó la decisión de abandonar la actividad “sintiendo la felicidad de dejar el fútbol por decisión mía, en el momento indicado”, explicó.
Entrenador con ideales
Fernando ha dejado en claro como le gusta que jueguen sus equipos (Getty Images)
Atrás quedaban casi 500 partidos oficiales, una docena de títulos y una trayectoria que lo pone en el selecto grupo de los futbolistas argentinos que trascendieron en su país, la selección y en Europa. Pero no pudo alejarse por completo y, dos o tres meses más tarde ya tenía ganas de trabajar y hacer lo que le gusta. “El fútbol me apasiona. Todos queremos que nos vaya bien, ganar un título, 10 partidos, pero hay que trabajarlo”, sentenció al iniciar su camino como entrenador.
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En esta reciente carrera como DT, tuvo ciclos en Aldosivi y Racing. Al conjunto de Avellaneda, lo dirigió durante un año y 11 meses, con un saldo de 53 victorias, 28 empates y 28 derrotas. Pese a haber ganado dos títulos -ambos frente a Boca-, su equipo quedó en el debe en los partidos pesados, destacándose por su poderío en ataque, pero su floja defensa.
Candidato futuro
¿En algún momento tendrá su oportunidad en el banco del Xeneize? (Getty Images)
Con un perfil definido, todos saben que se van a encontrar cuando contratan a Gago. Su estilo y perfil, divide aguas, incluso dentro del mundo Boca. Nadie puede negar su rol de ídolo o jugador muy querido, pero algunos no terminan de identificarse con su estilo.
En total, jugó 199 partidos en dos ciclos, convirtió ocho goles y levantó nueve títulos, aunque no pudo ganar la Libertadores. ¿La tercera será la vencida esta vez como DT?
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