Vélez parecía haber tocado fondo luego de otra pobre demostración futbolística ante Huracán, uno de sus rivales directos en la lucha por la permanencia en Primera División. Sin embargo, el lamentable episodio que tuvo lugar este domingo por la noche en la Villa Olímpica nos ayuda a comprender cuán grave es la crisis institucional del Fortín.
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Casi sin oposición, decenas de “hinchas” de Vélez irrumpieron en el predio institucional ubicado en Ituzaingó mientras el plantel descansaba tras volver desde Parque Patricios y más de un futbolista fue agredido físicamente, incluso recibiendo amenazas con armas de fuego. Consecuentemente, más de un jugador habría pedido por su salida del club.
Según las distintas versiones que salieron a la luz, gracias a los medios partidarios de la V azulada, los futbolistas agredidos habrían sido, al menos, cuatro: Valentín Gómez, Leonardo Jara, Gianluca Prestianni y Santiago Castro son los nombres de las víctimas del apriete de la barra de Vélez, informaron los periodistas Martín Etcheverry y Tomás Leone. Esto podría desembocar en sus respectivas salidas del club.
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A la lista de éxodos se sumaría Francisco Ortega, otro de los grandes afectados por lo ocurrido recientemente en la Villa Olímpica. Con el mercado de pases abierto en la Liga Profesional, no sorprendería una catarata de bajas en el plantel que dirige el Gallego Méndez por el violento episodio en Ituzaingó, algo que no haría más que empeorar el cuadro deportivo del club.