Encuentro picante y de alto voltaje entre los seleccionados de Argentina y Uruguay, bajo la órbita de la quinta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa del Mundo del año 2026, la cual se desarrollará, en conjunto, entre Estados Unidos, Canadá y México. Un clásico con mucha historia y con una enorme rivalidad.
En medio de ese contexto, la Albiceleste salió al campo de juego de la Bombonera con la misión de cosechar una nueva victoria, dar un nuevo paso hacia el próximo Mundial y seguir con puntaje perfecto en las Eliminatorias. Por su parte, los conducidos por Marcelo Bielsa no se achicaron y plantearon un trámite equilibrado y de igual a igual.
Así las cosas, durante el tramo inicial del partido, la visita contó con las mejores oportunidades para abrir el marcador contra los dirigidos por Lionel Scaloni. De hecho, Darwin Núñez, talentoso y potente delantero que milita en el Liverpool de Inglaterra, quedó mano a mano con Emiliano Martínez y remató cruzado pero su disparo se fue desviado.
En medio de ese panorama, el cotejo empezó a caracterizarse por mucha pierna fuerte en la mitad de la cancha. Y también por algunos cruces bastante tensos entre argentinos y uruguayos, fiel a la historia del fútbol rioplatense. Inclusive, el mismísimo Lionel Messi, pocas veces inmerso en este tipo de trifulcas, se despachó con una reacción inesperada.
Todo comenzó con una disputa sobre el lateral entre Cristian Romero, Nahuel Molina Lucero y Maximiliano Araujo. Después, cuando todo parecía tranquilizarse, Rodrigo De Paul se trenzó con Manuel Ugarte y ese fue el disparador para que la historia se vaya agigantando de manera progresiva y contundente dentro del campo de juego de la Bombonera.
Allí fue cuando apareció en acción el actual jugado de Inter Miami y con pasado en Barcelona y Paris Saint-Germain. Al presenciar el caos sobre el verde césped, Messi, que recientemente se hizo con su octavo galardón en el Balón de Oro, reaccionó de una manera un tanto inesperada contra la figura de Mathías Olviera, lateral izquierdo uruguayo.
¿Qué sucedió? La Pulga, con el afán de defender a sus compañeros, le puso primero el codo al hombre del equipo de Bielsa. Acto seguido, Messi tomó del cuello el carrilero de Napoli. Sin embargo, un rato más tarde, el argentino y el uruguayo terminaron cruzando algunas sonrisas, por lo que todo pareció quedar en la nada.
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