Ahora sí. Rodrigo De Paul será jugador de Inter Miami luego de que los clubes se pongan de acuerdo y los de la MLS desembolsen 15 palos por su fichaje. Este traspaso histórico para el equipo de Leo Messi, ¿complica las cosas para la Selección Argentina? Hablemos un poco de esto y veamos si realmente es así…
La cuestión inicial que hay que quitar de la ecuación es que Rodrigo De Paul tiene a la Selección como prioridad absoluta, por lo que ninguna decisión de su carrera es tomada sin previa consulta con Lionel Scaloni y con el cuerpo técnico albiceleste. El cambio a Inter Miami no es la excepción.
A un año de la Copa del Mundo, RDP no va autoboicotearse y tomar una decisión que lo pueda dejar afuera del Mundial. Sin un visto bueno de Scaloni, el volante no se mudaba de continente.
Es cierto que Atlético de Madrid le quería renovar su contrato, pero se metió Inter Miami en el medio de las cuestiones de su futuro y cambió la situación por completo. En este contexto, son varias las aristas a analizar.
Que baja su competitividad en lo que respecta a la liga no hay dudas. Pasar de LaLiga a la MLS, tanto en nivel como en formato, genera una diferencia abismal. En ese punto hay cierta razón para criticar la decisión. Ahora bien, lo que se cuestiona respecto a lo físico es otra cosa. Son varios los jugadores que pasaron por la MLS y por otras ligas y hablan de la poca diferencia en los aspectos físicos.
Es una competencia con muchos chicos jóvenes, que todos corren los 90 minutos y que justamente tiene un factor atlético con la que compensan las cuestiones deportivas de otras ligas. El propio Messi reveló que la MLS es una liga muy física. Esto, a un tipo como De Paul, le sirve. Jugar en una liga más lenta sería más preocupante.
El problema principal que tendrá Argentina es que, si Rodrigo De Paul baja su rendimiento y se nota en los partidos de la Selección, se volverá a notar una constante en el ciclo de Scaloni: que el ex Racing no tiene reemplazante. Se probó con Gio Lo Celso, con Exequiel Palacios y con varios más, y ninguno pudo estar a su altura y realizar el trabajo sucio que hace en cada partido de la Albiceleste.
Es un futbolista que, a sus 31 años, lo ha ganado todo. Sobre todo a nivel Selección, y esto era todo lo que quería. Tal vez él quiere otro camino: aclimatarse a Estados Unidos para la próxima Copa del Mundo, pensar solo en Argentina y no tanto sobre la liga o el club en el que juegue y no mezclarse con otras cuestiones competitivas. Se quiere enfocar en la Selección y el Mundial.
Y sin pensar que su pase a Inter Miami sea positivo, entiendo que el motivo va por acá. Quiere tranquilidad, jugar con su amigo y socio y llegar óptimo al 2026.
