El argentino Diego Schwartzman sigue a paso firme en el US Open, último Grand Slam del año, y este miércoles se quedó con un importante triunfo sobre el sudafricano Kevin Anderson por 7-6 (4), 6-3 y 6-4 para meterse en la tercera ronda del certamen.

Sin embargo, el encuentro, que por momentos tuvo un tenis de muy alto nivel, terminó en boca de todos debido a una insólita situación que se vivió en el final del primer set.

En pleno tie break, la intensa lluvia que azotaba a Nueva York comenzó a hacer estragos y, pese a que el Louis Amstrong, estadio donde se desarrollaba el encuentro, es techado, la acción tuvo que interrumpirse debido a la cantidad de agua que se filtraba por los costados.

 El temporal que azota a la costa Este de Estados Unidos, remanente del huracán Ida, pudo más que el techo del estadio, que comenzó a sufrir las consecuencias y terminó complicando y mucho el normal desarrollo del partido. 

Es así que el juez debió interrumpir el partido debido a la gran cantidad de agua, que hasta hizo resbalar a Schwartzman en uno de los puntos.

Inmediatamente, una máquina de secado y un grupo de trabajadores con toallas debió intervenir para intentar recobrar la normalidad. Así fue como el partido pudo seguir, pero ya en el segundo set, volvió a suspenderse y esta vez sería de forma definitiva.

Las autoridades decidieron entonces mudar el duelo hacia el estadio Arthur Ashe, donde sí finalmente Schwartzman pudo imponerse para sacar su boleto a la tercera ronda.