“Se retiró como jugador y pasó a la planta de la entidad como dirigente”. El mensaje, o mejor dicho parte del mismo, anunciado por el club Pallacanestro Varese, que compite en la Serie A italiana, la máxima división del baloncesto azzurro y en tercera competición europea en importancia detrás de España y Francia, confirmó que Luis Scola se hizo con “el 51% de las acciones de la sociedad, tal como estaba previsto en el contrato firmado”, una vez que el excapitán del seleccionado argentino de 42 años se retirara del básquet profesional.
“Varese comunica que, con motivo de la reunión del Directorio celebrada esta tarde en el Enerxenia Arena, el director general Luis Scola comunicó a los directivos y a los propietarios del club el deseo de ejercer la opción de adquisición del 51% de las acciones de la sociedad, tal como se requiere por el contrato firmado el pasado verano. La operación se hará oficial solo después de que se hayan completado todos los trámites burocráticos requeridos”, informó el club italiano. Por su parte, Luifa dijo: “Estoy sumamente contento con esta posibilidad que se presentó. Confío en que esta decisión pueda ser una solución, que ayude a dar aún más sustancia al trabajo iniciado durante la temporada y que pueda traer numerosas satisfacciones en el futuro”.
Así, el exjugador de Ferro, Tau Cerámica, Gijón, Houston Rockets, Indiana Pacers, Toronto Raptors, Brooklyn Nets, Shanxi Zhongyu, Shanghai Sharks, Olimpia Milano y, justamente, Varese podrá desarrollar un rol para el que se fue capacitando al tiempo que desarrollaba su carrera como deportista profesional.
En rigor, Scola, un híper profesional dentro y fuera de los 28 metros (de largo) por 15 metros (de ancho), se meterá de lleno en un tema que lo desvela desde su época de jugador: la profesionalización dirigencial. Algo que en la Argentina, de momento, no estaría en condiciones de llevar a cabo dada su “batalla por criterios y valores” con la actual conducción de la Confederación Argentina de Básquet (CABB), a cargo del inefable Fabián Borro quien llegó a hacerse del control absoluto e irrestricto dentro de toda la geografía del país a partir de su trayectoria en el mundo del básquetbol, tanto que era uno de los vicepresidentes de la CABB cuando el ahora procesado por administración infiel Germán Vaccaro era la máxima autoridad. De hecho, Borro era el hombre fuerte de la trunca gestión de Daniel Zanni, el presidente que duró un suspiro en 2014, cuando los jugadores de la Generación Dorada se pusieron firmes, amenazaron con no ir al Mundial de España y exigieron la salida de todas las autoridades que habían tenido que ver con la gestión de Vaccaro y pidieron a la Secretaría de Deportes la intervención del organismo a cargo de Susbielles.
Desde ese episodio de 2014, la Generación Dorada, con Luis Scola a la cabeza mantiene una disputa con Borro y su reducido séquito de acólitos. Scola, junto con Andrés Nocioni y Alejandro Montecchia, se convirtieron en una suerte de punta de lanza de undesgastante cruzada en la que demuestran cada vez que pueden su descontento por la gestión de Borro. Por caso, en febrero último, Chapu Nocioni usó sus potentes redes sociales para apuntarle de lleno al ‘rebranding’ del logo que realizó la Confederación. “La misma falta de idea en el logo es la misma falta de idea que tiene esta nefasta gestión. Ojalá le quede poco tiempo”, escribió en su cuenta de Twitter Nocioni. “Te quedaste corto con nefasta”, agregó Montecchia, quien luego se encargó de hacer su propio descargo: “Les entregaron la Confederación Argentina de básquet en bandeja y ahora son los dueños de la pelota”.
Y antes, en 2019, Scola apoyó de manera deliberada la candidatura de Federico Susbielles para su renovación como presidente a fines de 2019 y se mostró en contra del nuevo estatuto, que finalmente Borro logró aprobar a pesar de las innumerables quejas de los clubes del interior. El único que mantiene un vínculo cercano es Juan Ignacio Sánchez, el conocido Pepe Sánchez, dado que trabaja en las selecciones formativas y, por ello, se convirtió en fuente de consulta por parte de Borro y compañía.