No es para menos. Enzo Pérez fue 90 minutos al arco en la victoria de un River lleno de suplentes y juveniles ante un flojo Independiente Santa Fe por la quinta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores, y de esa manera escribió una nueva página en su libro como ídolo de River, quizás la más importante al día de hoy, por su sacrificio y compromiso con el equipo.
El mediocampista terminó lesionado el partido ante Boca del domingo, el cual el Xeneize ganó por penales metiéndose en las semifinales de la Copa de la Liga, y era una duda si iba a poder pararse bajo los tres palos para que su equipo pueda completar 11, y no deba disputar todo el encuentro con un jugador menos que su rival, sin tener a nadie en el banco.
Pero más allá del riesgo que significaba ponerse los guantes, lo hizo sin dudar y todo tuvo final feliz: 2-1 a favor con goles de Angileri y Julián Álvarez apenas arrancó el partido, que fueron suficientes para aguantar el resultado y todos los pelotazos que cayeron sobre el área por parte de una visita con muy pocas ideas, quedando cuartos en la tabla de manera definitiva faltando una jornada por jugar.
Las cámaras estuvieron todo el tiempo encima del mundialista, y varias fotos quedarán guardadas en el corazón de todos los hinchas. De igual manera, hay una que está siendo muy viral, que es de él junto a sus hijos en su casa, todos más que contentos, mostrando como se llevó casi todo del vestuario: ropa, guantes y hasta la cartulina con las formaciones.