Si bien en los últimos años hubo algunos casos, no es tan habitual que un futbolista juegue en River y en Boca a lo largo de su trayectoria. Nicolás Bertolo es uno de esos futbolistas, pero con la particularidad de haber ganado la Copa Libertadores con ambas camisetas. En 2007 lo hizo representando al Xeneize y en 2015 con la casaca del Millonario, siendo parte importante en las finales contra Tigres de México.
Bertolo eligió con qué Libertadores se queda
“Boca tenía un equipazo. Yo alterné, jugué dos o tres partidos. Obviamente soy campeón de Copa Libertadores. En esa época estaban Palermo, Guillermo, el Chelo, Ibarra, Clemente… estaba Palacio, Gago. Boca tenía un equipazo y en 2007 salimos campeón de la Libertadores”, comenzó diciendo Nicolás Bertolo en diálogo con ESPN.
Luego agregó: “Voy a elegir a River porque yo fui titular en la parte final de la Libertadores. Es como que yo me siento más parte, no sé si más campeón, pero lo disfruté más. Fue la gloria para mí eso, vivir, jugar una final y ganarla y después el festejo, ver a mi familia, la gente. Es como que decís ´es el sueño del pibe´, te sentís realizado”.
Bertolo ante Tigres en Monterrey. (Foto: IMAGO).
El paso de Nicolás Bertolo por Boca
Se inició en Instituto de Córdoba, pero antes de debutar en Primera llegó a Boca para terminar de formarse y allí debutó en Primera División de la mano de Ricardo La Volpe en 2006. De cara al 2007, con Miguel Russo como entrenador no tuvo muchas oportunidades, ya que solamente jugó nueve partidos -tres de ellos por la Libertadores- pero ni siquiera fue al banco en ninguna de las finales contra Gremio. En 2008 puso punto final su ciclo en el Xeneize, en el cual disputó quince partidos y marcó dos tantos.
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Bertolo, el deseo de Gallardo que se cumplió en 2015
Tras su salida de Boca, Nicolás Bertolo tuvo una gran carrera con pasos por clubes como Nacional de Montevideo, Zaragoza y Palermo, pero su mejor versión la mostró en Banfield. Marcelo Gallardo lo tenía entre ceja y ceja y recién para mediados de 2015 lo pudo tener. Llegó para disputar el tramo final de la Copa Libertadores, de hecho, jugó en ambas finales contra Tigres. Su paso por el Millonario fue de tan solo un año en el que no logró lucirse y apenas disputó 23 encuentros, sin convertir tantos.