El tenista chileno Nicolás Jarry (145° del ranking ATP) está viviendo una de sus mejores semanas de la temporada tras superar la qualy de Wimbledon y acceder al cuadro principal del tercer Grand Slam de la temporada por sexta ocasión.
En conversación con el medio especializado Clay Tenis, Jarry confesó que el año pasado fue diagnosticado de Neuritis Vestibular, una enfermedad que le afecta el oído, la visión y el equilibrio, lo que sin duda le ha significado fuertes dificultades para recuperar su nivel.
“Sigo mi proceso de recuperación. El oído sigue mejorando poco a poco. Me voy dando cuenta que me afectó mucho el funcionamiento del ojo. Entonces estoy buscando maneras de trabajar toda la parte visible de cómo funciona el ojo, cómo se mueve el ojo y cómo funcionan ambos ojos juntos. Y voy viendo trabajos para eso”, confesó Jarry.
“Sé que el vestíbulo tiene parte que ver con la visión, con la percepción, con el equilibrio. Y la parte del equilibrio ya la he estado trabajando. Todavía me mareo fácilmente, pero estas consecuencias que están afectando mi visión son algo nuevo. Después de esta gira me junto con un especialista del vestíbulo ocular para analizar en profundidad qué es lo que tengo dañado”, agregó el tenista chileno.
En esa línea, Jarry reconoció que “he tenido que trabajar mucho en la aceptación de lo que ha traído para mi carrera en el tenis y mi vida personal tener problemas de visión, los mareos, y la baja en las capacidades motoras. Soy alguien que hace las cosas muy bien y que deseo estar en lo más alto del tenis. Y no poder estar ahí aún es un obstáculo en sí que hay que enfrentar”.
Respecto a su posición en el ranking ATP, el nieto de Jaime Fillol advierte que “mi ranking miente hoy en día más que nunca. Los top 200 están jugando increíble. Ya no es como hace diez años. Hoy ves los Challengers, y el nivel es durísimo. Todos juegan, le pegan muy bien. Hoy pasa también en el circuito que hay muchas lesiones, es todo un tema. Con el ranking a un año, si tienes mala suerte y una lesión te quita justo de una parte crítica del año donde la temporada pasada te fue bien, te vas para abajo. Queda luchar más fuerte todavía”.
Finalmente, y pese a las dificultades, Jarry apunta que “la motivación está muy alta. Siento que después de lo del año pasado estoy recién partiendo, con muchas ganas de hacer cosas, de seguir lo que yo siento que necesito y que me hace bien, no lo que me dice el resto. Me da mucha motivación pensar lo que puedo llegar a conseguir si creo realmente en mí”.
