El Gigante de Acero fue testigo de un muy buen partido entre Monterrey y Cruz Azul.

Dos equipos que ostentan un buen momento en la Liga MX y se encuentran en pleno ascenso en la clasificación.


Desde un comienzo el que impuso su forma de jugar fueron los de Diego Alonso, que mostraron mejores cartas en ofensiva, sobre todo de la mano de un activo Rodolfo Pizarro.

Pero la mayor diferencia vista en el campo de juego, se vio en el aspecto aéreo, ya que en esa faceta, Rayados fue mucho más que su rival en esta faceta.

Las jugadas más peligrosas del partido se dieron por vía de un córner o un tiro libre y así, por ejemplo, Rogelio Funes Mori estuvo muy cerca de abrir el marcador.

Pero el verdadero protagonista de esta noche fue Avilés Hurtado, que nos regaló un gol espectacular de chilena cuando el primer tiempo llegaba a su fin.

En la segunda parte, los de Caixinha no encontraban los caminos para complicar a Marcelo Barovero y los regios si pudieron estirar la diferencia gracias a otra jugada de balón parado.

César Montes fue el encargado de conectar un cabezazo que terminó en el fondo de la red que defiende Corona y todo parecía que terminaba para los azulinos.

De todas formas, sabemos que los partidos no se terminan hasta que suena el pitazo final, y Cruz Azul a partir del minuto 70 empezó a empujar, con más actitud que buen juego.

El entrenador portugués pobló la zona delantera y como guiño del destino, la llave para no perder el partido, estuvo por la vía aérea.

Es que primero Milton Caraglio, fue quien le devolvió las esperanzas a los celestes tras conectar un buen cabezazo muy esquinado tras centro de Cauteruccio.

Y finalmente, cuando estábamos en el primer minuto de tiempo agregado, Igor Lichnovsky encontró la igualdad tras un córner desde la banda izquierda.

Así, tras ser menos y por momentos sufrir, Cruz Azul se lo igualó a Rayados que se queda con la sensación de derrota ante una victoria que parecía asegurada.