El último viernes, el estadio Jalisco fue testigo de hechos lamentables. Aficionados del Atlas soltaron gritos discriminatorios.

Por ese motivo, como sanción, el club Rojinegro podría jugar la fecha siguiente en otro inmueble, o bien en el suyo y sin público.

"Está en la mesa evaluar poder jugar a puerta cerradas, cambiarse de estadio siempre genera dificultades en cuanto a la posibilidad de uso del estadio que esté disponible. Luego vienen los temas de contrato con patrocinadores, no es fácil resolverlo", comentó Pedro Portillo, en una entrevista para ESPN Radio Fórmula.

A su vez, el presidente del club de Guadalajara se lamentó por lo ocurrido: "Desafortunadamente fueron dos gritos. Me parece por ahí, uno de ellos muy tímido, casi no se oyó. Yo estaba en el estadio y sí hubo un grito fuerte. Yo quisiera que la afición de nuestro club se conociera por el respeto".