Este jueves, un nuevo hecho de violencia fue protagonista en México. Una balacera entre el cuerpo policial y allegados a los hijos del Chapo Guzmán, a quienes buscan, fue el desencadenante.

El peligro en primera persona hizo que se tome la decisión de suspender el partido entre Dorados y Atlante, por la Liga del Ascenso. Pero no es la primera vez que un hecho semejante obliga a la postergación de un encuentro.

Nos remitimos al Apertura 2011. En esa temporada, Santos Laguna y Monarcas se enfrentaron, pero el partido no pudo finalizar.

Mientras que se disputaba el encuentro, se escuchó una balacera fuera del estadio, provocada por la policía y tres camionetas cuyos conductores no obedecieron la orden de alto.

En pleno juego, los players de ambos equipos debieron retirarse del campo de juego por seguridad y los aficionados se resguardaron tras las gradas.