En el Tomás Adolfo Ducó, River era superior en el primer tiempo, pero se sintió mucho más cómodo después de abrir el marcador.

Los de Marcelo Gallardo superaron en velocidad y espacio al dueño de casa y así se dio el penal, que surgió de una mano para evitar un remate al arco.

Nacho Fernández se tuvo confianza y agarró el balón, pero Rafael Santos Borré, con quien se turna en la pelota parada, lo quiso convencer de darle la pelota hasta el final.

Sin embargo, el mediocampista hizo oídos sordos y le mostró cómo se le pega a los penales: fuerte y al medio.

¡Le rompió el arco!