Este miércoles 31 de agosto, en el estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito, Independiente del Valle venció 3-0 a Melgar, en juego correspondiente a las semifinales de ida de la Copa Sudamericana. Con el tanteador así, los peruanos, en la vuelta, tendrán que salir a ‘matar o morir’.
Y es que en las primeras de cambio, los locales, fueron amos y señores del partido, ya que durante al menos unos 20 minutos tuvieron contra las cuerdas a los peruanos, que por su parte se abroquelaron bien para detener los embates de los ecuatorianos.
Sin embargo, cuando se completó la media hora de juego, luego de un buen centro al área por parte de Junior Sornoza, el argentino, Richard Schunke, se levantó por los aires de la ciudad más importante de Ecuador y por encima de sus marcadores cabeceó a palo más lejano de Carlos Cáceda.
Para los minutos finales del primer tiempo, los de Pablo Lavallén intentaron la despertada, sin embargo, se estrellaron con un gigante Wellington Ramírez, quien con intervenciones claves evito la caída de su pórtico y al menos, en los 45 iniciales, se mostró firme.
Acciones en el estadio de Liga de Quito. Getty.
Ya para la etapa complementaria, los peruanos salieron con muy buena actitud en búsqueda del gol que les permitiera la paridad, situación que evidentemente no se dio ya que, ni la suerte estuvo de su lado, debido a que no pudieron vulnerar el arco local.
La gran fiesta de los dueños de casa se firmó con tinta argentina, ya que a los 67 minutos, cuando mejor jugaba la visita, Lorenzo Faravelli, luego de una asistencia de Marco Angulo, definió bien y al borde del área grande para ampliar la cuenta con el 2-0.
Dos minutos más adelante, y aprovechando el golpe de la anterior diana, llegó la tercera alegría. Contrataque letal por parte de otro del Cono Sur, Lautaro Díaz, quien a toda velocidad y desde el centro del campo dejó a rivales regados, para luego recortar hacia el centro y de remate al palo más lejano, sentenció el 3-0.
Con el marcador así, la llave queda a pedir de boca para los de Martín Anselmi, que visitan la alta ciudad peruana con la fiel convicción de mantener o ampliar el agregado. Melgar, por su parte, tendrá que buscar la heroica y con el apoyo de su gente.