No habían comenzado bien las cosas para Ecuador, que en quince minutos del primer tiempo ya lo perdía ante Japón.

Pero la ilusión para La Tri volvió a los 34 minutos, de los pies del mediocampista Ángel Mena.

Fue todo por empuje. Un centro largo le rebotó en el pecho a Arturo Mina, que era un delantero más en el árera, y derivó en Arboleda, que disparó a quemarropas ante Kawashima.

El portero japonés se lució con una espectacular atajada, pero el rebote quedó servido a los pies de Mena, que solo tuvo que empujar y desahogarse. Ecuador vive.