Después de haber descendido con Tigre, pese a una campaña espectacular con Pipo Gorósito, Walter Montillo confirmó su continuidad en el Matador. Fue días antes de la final de la Copa de la Superliga, donde el equipo de Victoria tiró abajo todas las apuestas y le ganó 2-0 a Boca.

Aunque la recta final fue una de las mejores de la historia del club, ahora militan en la Primera Nacional, la vieja Nacional B. No obstante, Montillo ahí todavía se las arregla para demostrar su calidad.

Este viernes, por la segunda jornada del campeonato del fútbol de ascenso, el mediocampista enamoró a todos una vez más.

En el Nuevo Monumental, con el resultado 1-0 a favor de Tigre contra Atlético Rafaela, Montillo acomodó desde media distancia y no dudó.

Le pegó de derecha, la pelota amagó a ir a la izquierda, fue a la derecha, dejó clavado en el piso al arquero y se metió casi pegada al travesaño.

Golazo para demostrar que la magia no entiende de categorías.