Hay tres tipo de heridas. Las que sanan rápido, se dejan ir. Las que con el tiempo van dejando de lado su dolor. Y aquellas que duran por siempre, nunca cicatrizan. 

El último caso aplica para lo que le sucedió a Andrés Guglienminpietro en 1999, en un amistoso entre la Selección Argentina y Holanda.

Marcelo Bielsa, quien dirigiría al equipo en ese entonces, lo metió en la cancha y a la media hora, lo sacó, sorpendiendo a todos.

Mucho, pero mucho tiempo después, el ex jugador habló y soltó toda la bronca que sigue teniendo desde ese momento. 

"Siempre sale el tema de lo que me pasó en ese partido y pienso que debería haberlo mandado a la con... de su madre.  Es más, si me lo cruzo creo que lo mando. Pero debería haberlo hecho hace veinte años, era demasiado educado en esa época", explicó en el programa Tanto por Decir.

Además, comentó una especia de trauma que le quedó con el conjunto Albiceleste:  "Nunca más pude disfrutar de la Selección, quedé condicionado. Me citó para la Copa América ese mismo año y ni siquiera estaba contento con el llamado". Muy fuerte...