Independiente del Valle venció 2-0 a Sao Paulo, en la final de la Copa Sudamericana, en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, Argentina. De esta manera llegaron a su segundo título de la competición de Conmebol, la cual ya habían ganado en 2019.
Con sabor argentino, así como en las semifinales, con goles de futbolistas del Cono Sur, el cuadro ecuatoriano se impuso en el marcador de la final del segundo torneo de clubes más importante de Sudamérica. Lautaro Díaz y Lorenzo Faravelli, los autores de los goles.
Claro está que en la previa, en el estadio cordobés, todo fue fiesta por parte de los aficionados presentes; en su gran mayoría habían brasileños que viajaron a la capital paulista para alentar al Tricolor, al que no le bastaron los enviones de energía para vencer a su rival.
Los encargados de exhibirle al público el trofeo de la Sudamericana, fueron el histórico uruguayo Diego Lugano, excapitán de los brasileños y el español Miguel Ángel Ramírez, el técnico que levantó la primera competición internacional para los ecuatorianos.
Ya en cuanto a la parte deportiva, la disposición de cada uno de los equipos en los primeros minutos fue de esperar y analizarse entre sí; pero al paso del tiempo, los ganadores se fueron apoderando de la posesión de la pelota y fue donde apareció Lautaro Díaz como principal protagonista en el área brasileña.
Y tal cual, luego de una primera aproximación, en la segunda que tuvo, a los 13’, el delantero argentino no falló y por medio de un remate cruzado al segundo palo de Felipe Alves, anotó el primer gol de la tarde argentina, para los dirigidos por Martín Anselmi.
En los minutos finales del primer acto, los de Rogerio Ceni, se fueron aproximando sobre el pórtico de Wellington Ramírez, sin embargo, fueron viendo como el guardameta se iba configurando como una de las figuras del encuentro por sus oportunas apariciones debajo de los tres palos.
Para el complemento, los brasileños tuvieron 15 minutos de inspiración y de puro remate y presencia sobre el área ecuatoriana, pero su presencia no fue suficiente para vulnerar el arco de Ramírez. Jonathan Calleri, Patrick y Luciano, fueron los que provocaron peligro de gol.
Cuando el reloj circulaba por los 67 minutos, y luego de que los ecuatorianos se despertaran del letargo, en una gran jugada en conjunto, Junior Sornoza habilitó a Martínez, quien con el balón rebotando, asistió a Faravelli, que no se puso nervioso frente a Alves y con un remate no tan fino, decretó el segundo y definitivo gol de la tarde.
Los de Ceni, en los minutos finales apelaron ‘al como sea’ para anotar el añorado gol, ese que nunca llegó, y que no les permitió siquiera descontar para de esa manera llegar a su segunda alegría de la Copa Sudamericana, la cual ya habían ganado en 2012. Eso sí, Calleri y Diego Costa fueron expulsados por agresiones a sus rivales.
Por su parte, Independiente del Valle, que cabalgó de principio a fin en el torneo, demostró lo fuere de su proyecto deportivo y en tres años logró otro título internacional para sus vitrinas y, precisamente el segundo de Copa Sudamericana, que ya lo tiene en los anales como uno de los cuatro más ganadores del mismo, junto a Boca Juniors, Independiente y Athletico Paranaense.
