Cinco años ya se cumplen del primer gran título de Marcelo Gallardo como entrenador: la Copa Libertadores 2015 al frente de River.

Máximo, el padre del Muñeco, dialogó con Diario Olé y reveló detalles de todo lo vivido no sólo aquella noche, sino también durante todo el torneo.

"Recuerdo que esos chicos estaban muy unidos, sí. Y puedo decir que yo lo viví como nadie, como nadie. Y no hay cosa más linda que vivir esos momentos”, comenzó diciendo emocionado.

Luego, agregó: "Es algo que no puedo explicar porque uno lo vive diferente al hincha. Lo viví como un padre, nervioso y sufriendo para que le vaya bien a su hijo. Pero hay algo que me pasó con esa final y con la de Madrid, y es que a las dos las vi con mucha confianza".

Tras contar que pudo "vivir muy de cerca todo lo que pasó en esa Copa", confesó que "para esas fechas yo estuve mirando todas las prácticas, charlando con los jugadores, con Marcelo". Y agregó: "No me perdí una práctica antes de las dos finales, y al verlos a ellos uno se va dando cuenta la confianza o el miedo que pueden llegar a tener. Y estos chicos estaban como si fueran a jugar cualquier partido".

Además, analizó la forma que tiene el técnico de relacionarse con su plantel: "Yo siempre dije que Marcelo, para esos partidos decisivos, parece que fuera más ganador que nunca porque transmite esa fe y confianza que tiene él. Esa tranquilidad que les da a los jugadores y a todos. Era una familia tan unida la que formó todo ese grupo que cuando uno los veía los días previos se quedaba tranquilo, transmitían confianza".

Y para cerrar, no pudo evitar la comparación: "Si tengo que elegir me quedo con la que le ganamos a Boca en Madrid. Pero esa Copa de 2015 también fue muy importante, lógicamente. Si a nosotros todos los partidos nos daban afuera. Esa Copa fue un poco milagrosa, ¿no? Entró por la ventana en todas las fases pero ese equipo jugaba lindo, tenía personalidad. Tenía muchos jugadores de experiencia y eso se notó en los momentos bravos".