Lucas Pratto se ganó de a poco su lugar en River y así también el cariño de toda la gente del Millonario.

El Oso siempre fue una pieza clave para el equipo de Gallardo, pero hasta que llegaron los goles su adaptación generaba ciertas dudas.

Logró comenzar a anotar y sentenció su gran momento con los dos goles en la final ante Boca, el último para empatar el encuentro en Madrid. 

Allí inmortalizó un festejo, cruzado de brazos y mirando a la hinchada, el cual en Núñez ahora aman.

Y en una entrevista con Infobae, reveló el pedido que le hacen por la calle: "Me piden que haga el festejo para las fotos".