Podríamos haber imaginado que una patada, una falta o una polémica haga que dentro de la cancha suban las revoluciones del clásico de Avellaneda.
Pero no, el sorpresivo protagonista que tuvo el primer tiempo en el duelo entre Racing e Independiente fue Matías Villavicencio.
El ayudante de Lucas Pusineri fue directo al arco de Campaña para darle una indicación en medio del encuentro.
Claro, eso no está permitido, por lo que apenas lo vio, el juez de linea se lo informó al primer árbitro para que lo expulse.
Loustau le mostró la tarjeta roja y ahí, el hombre no quiso saber nada con nadie, sobre todo con un seguridad del estadio que lo quiso sacar.
Apenas lo tocaron, él reaccionó y fue el mismísimo Darío Cvitanich el primero en pararse desde el banco de suplentes para evitar que la cosa llegue a mayores.
Puro fútbol argentino…