Una lectura simplificada del triunfo de Boca 2-1 ante Talleres de Córdoba podría alzar a Sebastián Villa como una de las grandes figuras del encuentro. La ecuasión es sencilla; marcó un gol y asistió en el otro.
Sin embargo, el colombiano sigue mostrando el mismo déficit que lo hacía alternar titularidades y suplencias cuando Gustavo Alfaro era el entrenador del Xeneize.
En el Mario Alberto Kempes, volvió a fallar a la hora de tomar decisiones importantes en ataque. En el primer tiempo, tras una buena apilada, no vio ingresar a Salvio en soledad para definir y descargó sobre Carlos Tevez, en el sentido contrario al que pedía la jugada. En el complemento, tras una corrida supersónica, eligió rematar sobre el cuerpo del arquero en lugar de asistir al Apache, que ingresaba por el centro del área para empujar a lo que hubiera sido el 3-0.
Las ocasiones desaprovechadas pusieron en riesgo una victoria que el Xeneize podría haber resuelto con cierta comodidad y tocó sufrir en los minutos finales, tras el descuento de Valoyes a 10 del final.
Una vez que había terminado el encuentro, por suerte con victoria, Carlos Tevez no quiso dejar pasar la oportunidad de marcarle la cancha a su compañero.
“Estaba para meter el tercero. Villa es muy rápido, juega a otra velocidad, donde aprenda a levantar un poco la cabeza en los últimos metros va a ser un jugador de los que no hay”, expresó. Quedó clarísimo. El colombiano todavía no aprendió.