Gran Bretaña dio una de las sorpresas de las pruebas de natación en Tokio 2020 al ganar la medalla de oro en el relevo 4x200 metros libres masculino, superando a ROC, Australia y Estados Unidos, entre otros. El más joven de los cuatro ganadores británicos es Matthew Richards, con sólo 18 años, y quien hasta hace poco más de un año estaba entrenando de una forma particular para los Juegos Olímpicos debido al coronavirus.

Los británicos fueron los ganadores de la medalla de oro en esta competencia y se convirtieron en noticia por destronar a los poderosos estadounidenses y al resto de sus rivales. Aunque, el camino para llegar a este primer lugar tuvo sus particularidades y sus esfuerzos.

Matthew Richards, a sus 18 años, se da el gusto de ser medallista olímpico en su debut en los Juegos Olímpicos y también siendo el primer galés (junto a su compañero Calum Jarvis) en hacerlo desde 1912. Pero ,hasta hace poco más de un año sufría los problemas que todos los atletas pasaron por culpa de la pandemia del Coronavirus. Esto lo obligó a tomar una decisión para no perder el ritmo y llegar bien a la competencia en Tokio.

Sus padres, en diversas entrevistas a medios británicos, revelaron que en tiempos de cuarentena fue "realmente difícil" que su hijo pueda practicar, ya que las piletas cerraron. Entonces, compraron una piscina de lona para que Matthew pueda practicar siguiendo el ejemplo de un nadador neerlandés de aguas abiertas, que había hecho lo mismo. Con sólo tres metros de ancho, cinco de largo y uno de profundidad, una pileta común que usan los niños para jugar, la pusieron en el jardín de la casa para que su hijo pueda hacer sus trabajos pensando en Tokio 2020.

"Le ajustamos unas cuerdas elásticas a la pared del garaje y él pasó allí, nadando hora tras hora, en su traje de neopreno, para no perder su contacto con el agua", comentó su padre. Y su madre agregó: "Eso lo ayudó mentalmente". De hecho, en su cuenta de Instagram, el propio Matthew Richards publicó algunos videos sobre este entrenamiento particular en la pequeña pileta de lona en el jardín de su casa. Hoy esos entrenamientos dieron sus frutos para ser ahora campeón olímpico.