En menos de media hora, Norwich City le ganaba 2-0 al Manchester City gracias a Kenny McLean y Todd Cantwell.

 

Los Ciudadanos no podían encontrarle la vuelta a la última línea del dueño de casa. No obstante, encontraron una grieta antes del descanso.

Bernardo Silva, recostado sobre la banda izquierda, enganchó para adentro y puso un centro perfecto en el corazón del área.

 

Allí, Sergio Agüero se desmarcó y de cabeza mandó el balón al segundo palo para el 2-1 de los de Pep Guardiola.

¡Qué definición!