Fue un paseo total. Sevilla debutó en la Europa League, su torneo favorito, con una goleada por 5 a 1 sobre el Standard Lieja.

El equipo de Pablo Machín tuvo contó con la ayuda de los argentinos Franco Vázquez y Éver Banega, quienes anotaron 3 de los 5 goles del conjunto andaluz.

Este último, clave en la victoria, marcó el primer y el quinto tanto del rojiblanco. La 'cereza del postre', con un penal ejecutado con maestría. 

El volante pateó de forma tan esquinada que los intentos del Memo Ochoa, arquero del equipo belga, quedaron estériles. ¡Muy bien pateado!