El humilde Midtjylland se sobrepuso a la desventaja inicial y terminó derrotando 2-1 a los dirigidos por Van Gaal en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League.

Fue el golpe de knock-out para un Manchester United que se cansó de prometer y que muy lejos quedó de las expectativas que generó con los millones derrochados en los últimos mercados

.Incluso en el inicio del partido, tras tomar ventaja en una jugada fortuita que definió Memphis Depay, los dirigidos por Van Gaal generaban el murmullo de sus aficionados, molestos con un equipo sin estilo, que se sacó el balón de encima y apostó a que las individualidades marcaran la diferencia de jerarquía en el mano a mano.

Tan frágil se mostraba Manchester United que, durante la desventaja, Midtjylland se dio cuenta que podía aspirar a quedarse con el partido, ajustando un poco sus línbeas y apostando a salidas rápidas. Y un minuto antes del final del primer tiempo, Sisto anotó el empate y comenzó a asustar a un equipo que convive con el miedo.

No le sobró nada a nadie. Por eso en una jugada repleta de errores, en la que el balón parecía querer escaparse de los futbolistas que con tan poco cuidado lo trataban, el ingresado Onuacho encontró un remate que venció la resistencia de Sergio Romero, desatando la locura del público local que se anima a pensar que será posible salir con vida de Old Trafford.

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