El referendum le dijo que no a Escocia y seguirá siendo parte del Reino Unido, aunque para FIFA ya tenía su autonomía y nada cambiará su status de selección más añeja del mundo. Allá por 1872 se disputó el primer partido internacional de la historia, entre Inglaterra y Escocia. Desde entonces que para el mundo del fútbol es un país. ¿Si disputa mundiales, cómo que no es independiente? Será por negocio o por razones varias, pero FIFA está un paso adelante en la geografía. Sudán del Sur es el útlimo caso, aún no reconocido como país por la comunidad internacional, pero que ya disputa Eliminatorias por su cuenta.

Mientras la ONU cuenta con 193 países miembros, FIFA posee 209 federaciones afiliadas.

El último caso en disputa es del de Gibraltar, la isla que reclama España e Inglaterra mantiene la ocupación (como de costumbre). Este año UEFA terminó de incluirlo y ya debutó en las Eliminatorias de la Eurocopa, mientras que sus equipos ya juegan Europa League y Champions. La geografía ha ido variando durante toda la historia, eso es innegable. La Restauración de Europa en 1814 tras la derrota de Napoleón configuró el plano de los grandes imperios y reyes. Dicho orden se fue desgranando con las Guerras Mundiales y la Guerra Fría. A su vez, fueron soltándole la mano a las colonias de ultramar, que mediante eternas guerras civiles reconfiguraron el plano una y otra vez. Ya sin tantos conflictos bélicos en Europa (Ucrania es el principal foco) los cambios siguen. Los balcanes (que luego de la Segunda Guerra fue Yugoslavia), siguen desmembrándose. Pero hay focos en todo el mapa.

El concepto de estado nación es añejo y muchas veces no se adecúa a los tiempos que corren

Regiones de España, del Reino Unido, de Rusia, de Ucrania, luchan por su independencia. Las últimas crisis económicas han produnfizado las raíces de determinados territorios, que prefieren aventurarse sin el patrón que los rige a la distancia. El fútbol, claro está, es mucho más moderno y dinámico que el estado nación. Además, alcanza con crear una federación, que para ser reconocida debe tener liga propia de fútbol y al menos un campo de juego. Un vehículo accesible y que rápidamente puede funcionar como emblema de identidades e ideologías que quieren diferenciarse y hacerse a un lado de la obsoleta burocracia. Escocia tiene su Liga y su Selección. Y FIFA la toma como tal. No solo eso, sino que estaba un paso adelante. La UEFA ya había avanzado algunos aspectos legales de la candidatura de Escocia para albergar partidos de la Eurocopa 2020 (que se disputará por primera vez en 13 ciudades del continente). “Con Escocia formando parte del Reino Unido, la situación legal es mayormente -aunque no por completo- idéntica a la de Inglaterra y Gales. La situación debería ser revaluada si Escocia se independizara del Reino Unido después del referéndum”, habían afirmado.

Es a través del fútbol donde el mundo entero notó la voluntad de independencia de Catalunya.

Y más rápido que FIFA y UEFA aún va el fútbol de por sí. Los clubes, su gente, sus jugadores. Quizá el club más grande de este siglo, Barcelona, hace referencia constante a la región. Desde los colores, desde los slogans en catalán, desde la manifestación de sus hinchas. Tal es así, que el nuevo videojuego FIFA 15 ha incluído el reclamo, y cuando el Barça juega en el Camp Nou se pueden escuchar los gritos de independencia en el minuto 17:14, una tradición que alude al año en que se fundó la comunidad autónoma.

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