Luego de un comienzo muy complicado en el que Olympique de Lyon dio el gran golpe y se puso en ventaja a través de Maxwel Cornet, Manchester City fue con todo buscando la clasificación.
Así fue como, ya en la etapa complementaria, la escuadra comandada estratégicamente por Josep Guardiola encontró la paridad gracias a un muy buen tanto de Kevin De Bruyne.
Sin embargo, cuando los Citizens redoblaron esfuerzos para quedarse con la victoria, los franceses metieron una contra letal con el ingresado Moussa Dembélé y pusieron el 2-1.
Allí fue cuando Manchester City contó con una oportunidad realmente inmejorable para poner el 2-2 y seguir soñando con el pasaje hacia las semifinales de la UEFA Champions League.
Es que Raheem Sterling, uno que no suele fallar, recibió una asistencia realmente magistral y quedó con el arco libre y a un metro, pero terminó tirando la pelota a las nubes.
Para colmo de males, instantes después, el propio Dembélé aprovechó los espacios que dejó la defensa de los de Guardiola para poner el 3-1 y liquidar el partido definitivamente.