Isco Alarcón, ese que tantas veces Zidane ha preferido guardarse en el banquillo, le dio un respiro al Real Madrid en un primer tiempo en el que era avasallado por Osasuna.

A los 33 minutos, con su equipo en desventaja, el español encontró un balón en la puerta del área que salió sucio de una pelota disputada por Bale y lo empalmó de pique al suelo, para dejar sin reacción a Sergio Herrera.

Previamente, Osasuna se había puesto en ventaja con un tanto de cabeza de Unai García, a la salida de un tiro de esquina.