No llegaron aquellos que todos esperaban, los denominados 'grandes' del fútbol italiano. Atalanta y Lazio disputaron la final de la Copa Italia.

En el gran Estadio Olímpico de Roma, un partido apasionante se dio entre dos equipos que querían coronar una gran temporada con un título.

Fueron los dirigidos por Simone Inzaghi que lograron imponerse, nada más y nada menos que en los minutos finales.

El partido fue muy trabado, muy cerrado, y ninguno pudo sacar diferencia en el desarrollo del juego, diviendo mucho el balón. 

Una de las grandes polémica fue el cambio que realizó Gian Piero Gasperini, sacando al gran goleador Duván Zapata cuando su equipo perdía por un gol.

Pero Milinkovic-Savic saltó más que todos desde un córner y consiguió anotar el 1-0. Luego, una genialidad de Correa terminó en el 2-0 y no hubo nada más que decir. ¡Felicidades!