No fue Calcio. Lazio y Roma se mataron a palos, pero esta vez no fueron golpes sino postes en un Derbi de ida y vuelta.
En el primer tiempo contabilizaron un total de cinco ocasiones claras de gol evitadas solamente porque el balón impactó en un palo. Una de ellas la lamentó el argentino Tucu Correa, tras sacar un gran remate desde el borde del área.
Fue Roma el equipo que tomó ventaja en el marcador, producto de la avivada de Edin Dzeko para hacer jugar el reglamento a su favor. Haciendo gala de su precisión, el delantero hizo impactar el balón en la mano del Milinkovic-Savic, dentro del área, y al árbitro del partido no le quedó más opción que cobrar el penal que Kolarov cambió por gol.
El encuentro siguió siendo de ida y vuelta, con enorme clima de fiesta en las tribunas, pero ya no se sacarían diferencias en esa primera mitad.
En el complemento le tocó festejar a Lazio, el equipo que hizo de local. Luis Alberto, el español que llegó procedente de Sevilla, ingresó al área por sorpresa para recibir la asistencia de Inmobile y rematar a Pau López.
Quedó tiempo para un palazo más. A Cinco minutos del final, Lazio tuvo la victoria en un remate furioso de Parolo, que ya había vencido a Strakosha, pero fue devuelto por el travesaño.