Ayer en Anfield, Liverpool había goleado al Crystal Palace y había quedado a un paso de ganar la Premier League.

Hoy necesitaba de una ayuda del Chelsea en Stamford Bridge: si Manchester City no ganaba, se convertirían en los nuevos campeones.

Para fortuna del equipo de Jürgen Klopp, Christian Pulisic abrió el marcador para el dueño de casa tras un error en la última línea de la visita.

En la segunda parte, Kevin De Bruyne empató el marcador después de un tiro libre espectacular al ángulo.

 

A falta de quince minutos, tras una jugada insólita que terminó con Fernandinho rechazando con la mano, el brasileño vio la roja y Willian puso el 2-1 de penal.

Así, Chelsea le dio una mano gigante, venció al City y Liverpool se consagró campeón de la Premier League por primera vez en su historia. ¡Felicitaciones, Reds