Pasaron 14 fechas en el siempre parejo campeonato inglés, pero hay un equipo que aún no conoce la derrota.

El Liverpool de Jurgen Klopp es una auténtica máquina. Y hoy quien lo sufrió fue el Brighton Hove Albion, que cayó por 2 a 1 en su visita a Anfield.

Un doblete de Virgil Van Dijk en la primera mitad del partido parecía sentenciar la historia, pero los vigentes campeones de Europa terminaron padeciendo a su rival.

Los problemas llegaron cuando Alisson Becker tomó la pelota con la mano fuera del área y vio la tarjeta roja, acción que le terminó dando ingreso a Adrián.

El árbitro Atkinson le permitió la ejecución a Lewis Dunk, quien de tiro libre aprovechó que el español estaba armando la barrera y marcó el descuento.

Sin embargo, los Reds supieron aguantar el resto del partido y sumaron otros 3 puntos que se convierten en 11 de diferencia con su único escolta, el Manchester City. ¿Está definida ya la Premier?