Gonzalo Maroni, en su etapa de cedido en la Sampdoria, tuvo pocas oportunidades en la temporada. No obstante, este miércoles, el jugador que pertenece a Boca tuvo su oportunidad.

Nada menos que ante el Milan de Zlatan Ibrahimovic, el mediocampista ingresó en la segunda parte.

Y le pasó lo mejor que le podía pasar: penal para Sampdoria y se hizo cargo del remate. Finalmente, tenía su gran momento.

Y le pasó lo peor que le podía pasar: abrió mucho el pie, anticipó su remate y Gianluigi Donnarumma se hizo gigante para evitar el descuento del dueño de casa.

Al jugador de Boca, que poco juega en Italia, le pasó lo peor ante el arquero que atajó su segundo penal de manera consecutiva.

¡Las dos caras!